El monte Kumgang de Corea del Norte ha sido escenario este viernes del arranque de una nueva ronda de reuniones entre familias separadas por la guerra de Corea (1950-1953), la segunda que tiene lugar en menos de una semana gracias al acercamiento político entre los dos países vecinos.

Más de 300 surcoreanos se han desplazado al otro lado de la frontera para encontrarse con familiares a los que no veían desde hace más de medio siglo. El evento, que durará hasta el domingo, permitirá a los participantes verse seis veces y un total de doce horas.

Cho Jeong Ji, de 67 años, ha conocido a su padre, de 88, después de que este fuese trasladado durante la guerra a la parte norte cuando su mujer estaba embarazada. "Por una parte, estoy feliz; por la otra, me siento triste", cuenta a los periodistas este hombre, que perdió a su madre el año pasado, según la agencia Yonhap.

El encuentro de abril entre el dirigente norcoreano, Kim Jong Un, y el presidente surcoreano, Moon Jae In, abrió la puerta de nuevo a este tipo de reunificaciones, dentro de una distensión política en la que Pyongyang también ha prometido dar pasos hacia la desnuclearización.

Actualmente, unos 57.000 surcoreanos figuran en las listas a la espera de reeencontrarse con familiares que viven en la parte norte de la península. Con las de esta semana, ya son 22 las rondas celebradas desde que tuvo lugar el primer encuentro en el año 2000.