El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, se plantea dimitir si el hijo del dictador Ferdinand Marcos logra que la Justicia impugne los resultados de las elecciones de 2016 a la Vicepresidencia, en las que se impuso por un estrecho margen la opositora Leni Robredo.

El mandato de Duterte termina en junio de 2022 y, en los últimos días, el presidente filipino ha deslizado la posibilidad de abandonar el cargo antes de tiempo, frustrado por la falta de avances en la lucha contra el narcotráfico y la corrupción.

Sin embargo, uno de los principales obstáculos para esta dimisión sería la consiguiente cesión del poder a Robredo, a la que Duterte no considera apta para el puesto. La líder opositora se impuso a Ferdinand Marcos Jr, que ha impugnado los resultados por supuesto fraude.

El Tribunal Supremo de Filipinas ha ordenado un recuento de los votos, un proceso complejo que arrancó el pasado mes de abril y que podría durar varios años.

El portavoz de Duterte, Harry Roque, ha afirmado este jueves que el presidente tiene "la voluntad real de dimitir" si tiene a un líder válido para reemplazarlo y ha aludido al caso de Marcos. "Si gana el recurso y se convierte en presidente, sí, (Duterte) cumplirá su palabra", ha explicado Roque en rueda de prensa.

Marcos ha agradecido la confianza depositada en él por Duterte, pero le ha emplazado a terminar el mandato. "Le insto a no abandonar la Presidencia ya que nuestro pueblo le necesita para mejorar sus vidas y el país", ha afirmado el hijo del dictador.