La Gran Duquesa María Románova, jefa de la Casa Imperial Rusa, llega hoy a Rusia para participar en los actos conmemorativos por el centenario del asesinato del último zar, Nicolás II, y su familia por los bolcheviques (1918).

"Yo y mi hijo, el heredero Gueorgui Mijáilovich, asistiremos a la misa nocturna del 16 al 17 de julio en la Catedral de la Sangre Derramada en Yekaterimburgo", comentó la descendiente del último zar a Efe.

María de Rusia, que nació en España en 1953, explicó que dicho templo fue erigido sobre las ruinas de la Casa Ipátiev, donde fue fusilada la familia imperial en la madrugada del 16 al 17 de julio de 1918.

Lo primero que hará la jefa de la Casa Imperial Rusa es visitar las ciudades siberianas de Tiumén y Toboslk, donde la familia del zar estuvo confinada tras su apresamiento en marzo de 1917.

Concretamente, en Tobolsk, Nicolás II, su esposa Alejandra y sus cinco hijos -el heredero de la corona, el zarévich Alexéi, y las princesas Olga, Tatiana María y Anastasía- permanecieron bajo custodia entre agosto de 1917 y abril de 1918.

Después sería trasladados a Yekaterimburgo, entonces Sverdlovsk, donde serían fusilados, tras lo que sus restos fueron destruidos en el lugar sobre el que fue construido el monasterio de los Santos Mártires Zaristas.

Después del aniversario también visitarán la localidad de Alapaevsk, donde fueron enterrados vivos en una mina la hermana de la emperatriz y otros miembros de la familia real.

El Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kiril, oficiará la misa en honor a la familia imperial, cuyos miembros fueron santificados y son objeto de veneración por parte de los fieles ortodoxos.

Por el momento, se desconoce si en los actos conmemorativos tomarán parte los dirigentes rusos, que se abstuvieron de participar en noviembre en el centenario de la Revolución Bolchevique.

La familia imperial fue ejecutada en medio de la guerra civil que había estallado en Rusia tras la revolución de octubre de 1917 en un sótano de la casa Ipátiev de Yekaterimburgo.