El Gobierno de Marruecos y los medios oficiales guardan hoy silencio ante la oleada de inmigrantes a bordo de pateras llegados ayer a costas españolas, con cifras desconocidas desde hace meses e incluso años.

Según cifras de Salvamento Marítimo en España, fueron 57 embarcaciones las que llegaron a costas españolas, en las que viajaban 629 personas, además de cuatro que fallecieron en el intento.

Tales cifras no se registraban desde 2014, cuando en una sola jornada llegaron a la costa española 920 emigrantes a bordo de 94 pateras, un hecho que el ministro del Interior marroquí atribuyó entonces a "ciertas disfunciones" en el control de las costas.

Ni el Gobierno marroquí ni ninguna fuente oficial se ha pronunciado hasta el momento sobre lo que pudo suceder ayer, y la agencia oficial MAP se limitó a recoger la cifra de rescatados y muertos citando a fuentes españolas.

La jornada de ayer coincidió con el Aid al Fitr o fiesta del fin de ramadán, uno de los festivos más importantes del año en el que cierran oficinas, empresas y comercios de todo tipo y en el que supuestamente también la Policía y los servicios de seguridad relajan su vigilancia.

Fuentes especializadas en la emigración dijeron ayer desde España que este hecho, unido a la mejoría del tiempo y del estado de la mar, pueden explicar en parte la avalancha de pateras de ayer.

El amplio debate abierto en España sobre las nuevas medidas migratorias -como la acogida del buque Aquarius y la retirada de las concertinas de las vallas de Ceuta y Melilla- no se ha visto hasta el momento trasladado a Marruecos.