El Gobierno austríaco anunció hoy que cerrará siete mezquitas y expulsará a numerosos imanes que reciben financiación exterior -supuestamente desde Turquía- por difundir ideas extremistas y adoctrinar a menores de edad.

"Las sociedades paralelas, el islam político y el extremismo no tienen cabida en Austria", declaró en una rueda de prensa en Viena el canciller conservador Sebastian Kurz.

La decisión se tomó tras una investigación por la aparición de una imágenes en las que un grupo de niños recreaban con uniformes militares -posando incluso como cadáveres amortajados con banderas turcas- la batalla de Galípoli, desarrollada en suelo turco durante la I Guerra Mundial.