Silvana López Moreira, esposa del presidente electo, Mario Abdo Benítez, se convertirá el 15 de agosto en primera dama de Paraguay y nueva inquilina de la residencia presidencial de Mburuvicha Roga, sin presencia femenina en la última legislatura, la del todavía mandatario, Horacio Cartes, divorciado.

López Moreira, empresaria de 44 años, tendrá además que redefinir el papel de la primera dama, prácticamente inexistente en los últimos diez años, ya que con el exobispo Fernando Lugo (2008-2012) el cargo fue ocupado de manera difusa por su hermana y su sobrina.

El puesto solo se recuperó oficialmente con Emilia Alfaro, mujer del liberal Federico Franco, que estuvo hasta 2013 en la Presidencia, a la que accedió un año antes, tras el juicio político que destituyó a Lugo.

Con la llegada en 2013 de Cartes, del Partido Colorado, el mandatario eliminó el Despacho de la Primera Dama, ya que estaba divorciado y no tenía pareja, aunque se dejó acompañar por su hija en algunos actos oficiales.

La esposa de Abdo Benítez ya se curtió en el cara a cara con los ciudadanos durante la campaña electoral junto a su marido, también del Partido Colorado, como antesala de su futuro trabajo.

Silvana participó en muchos de los actos del presidente electo y siguió una agenda propia con la que buscaba el voto femenino para su marido.

Las elecciones primarias del Partido Colorado en diciembre acercaron a Silvana López Moreira a la escena política, aunque entonces el cambio de residencia desde la quinta familiar en las afueras de Asunción hasta Mburuvicha Roga todavía quedaba lejos, y la atención recaía en la pugna interna entre candidatos.

Con la victoria de Abdo Benítez en los procesos internos del partido, la posibilidad de llegar a ser la primera dama se presentaba factible.

Su imagen se convirtió en una pieza clave en la campaña de su marido, por lo que Silvana López Moreira necesitaba un bautizo público y político que llegó el 24 de febrero, Día de la Mujer Paraguaya.

Esa fecha fue la elegida por los colorados para que Silvana tomara el micrófono y se dirigiera a las votantes de su marido en un multitudinario acto del nuevo presidente con las mujeres coloradas en la sede la Confederación Sudamericana de Fútbol.

López Moreira ensalzó el valor de la mujer paraguaya y defendió el papel femenino como esposa, madre y trabajadora y como motor de la familia.

Presentada oficialmente en sociedad, cambió las inauguraciones y eventos en los que aparecía en las páginas de sociedad de los periódicos por visitas a artesanos, reparto de material escolar a niños de escasos recursos y atención a enfermos y personas con discapacidad en todos los puntos del país.