El Comité para la Prevención de la Tortura (CPT) del Consejo de Europa denunció hoy que la situación de las cárceles belgas es "intolerable" y señaló que se da en ese país "un problema de una gravedad excepcional como en ningún otro Estado miembro" de la organización paneuropea.

El informe señala que el CPT alertó a las autoridades de la situación tras las visitas efectuadas a cárceles belgas en 2005, 2009, 2012, 2013, 2016 y 2017, y destaca una "falta de progreso", que se ha visto agravada por las huelgas.

Las palabras que más escucharon los expertos, tanto de los presos como de los funcionarios, fueron "frustración, desmoralización y sentimiento de abandono".

El informe subraya que hay "un confinamiento casi permanente de detenidos en celdas consideradas intolerables", calificativo que también emplea para referirse al reparto de comidas, las condiciones higiénicas personales y en las celdas y el poco contacto con el exterior.

Los expertos señalan que en las visitas realizadas en 27 años a los 47 Estados del Consejo de Europa "jamás han visto un fenómeno análogo, tanto en el alcance del fenómeno en cuestión como en los riesgos que corrían".

Aparte de la situación en Bélgica, el único país al que se le dedica un capítulo exclusivo, el informe reivindica en términos generales que los mecanismos para formular denuncias por parte de personas privadas de libertad sean "accesibles y efectivos" en todos los centros de detención de Europa.

Esos mecanismos deben existir en comisarias de policía, prisiones, instituciones penales de menores, centros de detención de inmigrantes y hospitales psiquiátricos, agrega.

El CPT recomienda que se "garantice un acceso directo y confidencial" a los organismos donde se pueden presentar las denuncias, ya sea el defensor del Pueblo, los tribunales administrativos o los organismos independientes de quejas contra la policías.

También pide que la investigación sea "efectiva y, si procede, debe haber una compensación y la imposición de sanciones idóneas".

El presidente del CPT, Mykola Gnatovskyy, dijo hoy en la presentación de las conclusiones ante la prensa que para que el sistema sea efectivo "todas las denuncias deben ser tratadas rápida y exhaustivamente, siguiendo un proceso claro que proteja a la persona afectada de posibles intimidaciones y represalias".

En 2017, el CPT visitó 17 países, entre los que no estuvo incluido España pero sí Italia y Hungría, donde examinaron el trato dado a los inmigrantes retenidos en las fronteras.