El director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y actual candidato a dirigir el Departamento de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, aseguró hoy que unos doscientos militares rusos fueron abatidos en el enfrentamiento que tuvo lugar el pasado 7 de febrero en la región siria de Deir al Zur.

"Un par de cientos de rusos murieron", respondió Pompeo al ser preguntado por el asunto durante la audiencia en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado para su confirmación como máximo responsable de la cartera de Exteriores.

Se trata de la primera vez que un funcionario del gobierno estadounidense se refiere al número aproximado de combatientes rusos abatidos en esa batalla, que se produjo cuando fuerzas fieles al presidente sirio Bachar al Asad cruzaron la zona de no agresión para atacar a las opositoras Fuerzas de Siria Democrática (FSD).

Ante la avanzadilla de las tropas gubernamentales, según dijo en su momento el Pentágono, las fuerzas de la coalición internacional, de la que forman parte tanto la FSD como las Fuerzas Armadas estadounidenses, reaccionaron empleando su artillería y recurriendo a un ataque aéreo.

Este enfrentamiento reflejó lo delicado del complejo equilibrio de intereses en el que se desarrolla la guerra contra el Estado Islámico (EI) en la región, ya que el Ejército estadounidense lidera una coalición internacional en la que participan la FSD y combatientes kurdos, ambos contrarios a Al Asad.

Por su parte, Rusia apoya sin ambages al actual régimen y combate a los yihadistas junto al Ejército local, en un área delimitada y separada de las fuerzas de la coalición por una zona de no agresión, que en la provincia nororiental de Deir al Zur está marcada por el cauce del río Éufrates.