El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, declaró hoy que cancela el acuerdo que alcanzó con el ACNUR para evitar la deportación forzosa de 32.0000 inmigrantes africanos, que preveía permitir quedarse a la mitad y trasladar al resto a países occidentales.

El jefe del Gobierno israelí anunció ayer el acuerdo con el organismo de la ONU, que interrumpía el polémico plan de deportación de los inmigrantes a terceros países en África iniciado este año.

Horas después y, tras recibir duras críticas de los sectores más derechistas y de su propio partido, anunció su suspensión y hoy la cancelación.