La delegación de la guerrilla colombiana Ejército de Liberación Nacional (ELN) en Quito conocía desde la semana pasada el posible reinicio inminente de las negociaciones de paz, pero afirma que el anuncio fue retrasado por el presidente Juan Manuel Santos para no "incidir" en las elecciones de este domingo.

"Era una decisión ya tomada, se tomó la semana pasada, pero el Gobierno planteaba que hacerlo inmediatamente antes de las elecciones del 11 de marzo podía interpretarse como un gesto para incidir y favorecer a algunos de los candidatos al Senado y a la Cámara", dijo hoy el negociador y dirigente guerrillero Aureliano Carbonel.

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, confirmó hoy que ha decidido retomar los diálogos de paz con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que fueron suspendidos el pasado 10 de enero, tras una oleada de atentados perpetrada por ese grupo armado.

Carbonel confirmó que "era algo en lo que se estaba avanzando" pero que entendían que había algunas dificultades que "afortunadamente" se han superado gracias a toda una serie de factores que presionaron para desbloquear la situación, entre los que mencionó los últimos llamamientos desde la sociedad colombiana y los de la comunidad internacional. "Todos jugaron un papel muy importante", comentó.

La última en hacerlo fue la canciller María Fernanda Espinosa, que en un comunicado "rogó" el jueves al Gobierno colombiano el regreso a la mesa de diálogo y le ofreció toda la ayuda de Ecuador que fuese necesaria.

Después de que el ELN lo hiciera público hoy, en un comunicado a primera hora de la mañana, Santos confirmó que ha decidido retomar los diálogos de paz con la guerrilla, que suspendió el pasado 10 de enero tras una oleada de atentados perpetrada por ese grupo armado.

"Es positivo porque es lo que queremos (..) Nosotros también planteamos nuestra disposición a estar ahí y, bueno, ya habrá que sentarse en la mesa para ver como encaminamos el trabajo", declaró el dirigente guerrillero al hacer una valoración del anuncio presidencial.

Preguntado por Efe, Carbonel dijo que cree que la tregua electoral que decretó su grupo este último fin de semana fue también importante a la hora de persuadir a Santos, pero insistió en que "no hay ningún compromiso" de parte del ELN para cesar las actividades militares de cara al reinicio de las negociaciones.

"El compromiso siempre los sostuvimos, todo lo hablamos en la mesa y el proceso tiene que seguir marcado por la bilateralidad, y no por el condicionamiento de una de las partes a la otra", matizó al asegurar que "en ese momento no hay ningún tipo de compromiso previo".

La delegación del ELN en Quito no sabe la fecha exacta del reinicio del V Ciclo de la fase pública de las negociaciones, en la que tendrá enfrente al nuevo negociador gubernamental Gustavo Bell, ex vicepresidente de Colombia.

El diálogo en la capital ecuatoriana se inició en febrero de 2017 y como principal logro tuvo una tregua de 101 días que finalizó el 9 de enero y que estuvo impulsada por la visita del papa Francisco a Colombia.

Ahora, dice Carbonel, "el compromiso es que arranquemos el ciclo, y busquemos una salida sobre la mesa".

Como platos fuertes para este ciclo, dice que tanto la guerrilla como el Gobierno tienen la "disposición" para un nuevo alto el fuego y que ambas partes quieren que esta vez sea "más sólido que el anterior".

El ELN también sitúa en lo más alto de la agenda de trabajo la "participación" de la sociedad en el proceso.

"Este proceso no es solo un diálogo y unas negociaciones entre la guerrilla y el Gobierno, tiene que entrar un actor vital y que es la sociedad misma", puntualizó.

Y abundó que "la participación de la sociedad y la búsqueda de un cese al fuego bilateral, temporal nacional", son los dos temas con los que se abrirán las negociaciones.

Consciente de las severas limitaciones de tiempo por la celebración de elecciones presidenciales a finales de mayo, Carbonel desea también abordar los demás asuntos de la agenda para avanzar y consolidar un marco negociador que sea asumido por el nuevo Gobierno.

"Nosotros aspiraríamos a que esto avanzara, pero la realidad es difícil y lo que aspiramos es que tenga continuidad en el próximo Gobierno porque la búsqueda de la paz es algo que trasciende un Gobierno y un momento".

Para el dirigente guerrillero, "hay fuerzas que tienen mucho peso de parte de las clases dominantes en Colombia que tienen una posición sumamente intransigente", y el futuro de cualquier negociación, con los plazos que existen en este momento, dependerá de "la fuerza que tenga en la sociedad la búsqueda y la lucha por la paz".

"En ese sentido, la sociedad pesa mucho ahora, al igual que también juega la presión de la comunidad internacional", sentenció.