Japón ha nombrado por primera vez a una mujer como comandante de una flota de guerra, confirmó hoy un portavoz de las Fuerzas Marítimas de Autodefensa (ejército), en un momento en el que el Gobierno se ha propuesto aumentar la escasa presencia femenina en sus tropas.

Ryoko Azuma, de 44 años, dirigirá las operaciones de la principal división de escolta de Japón, una flota compuesta por cuatro navíos que incluyen al mayor destructor portahelicópteros nipón, el Izumo.

Bajo las órdenes de Azuma estará la tripulación conjunta de la flota, un total de 1.000 marineros, de los que sólo 30 son mujeres.

El nombramiento de la comandante Azuma fue oficializado en una ceremonia celebrada este martes a bordo del Izumo, que está atracado en el puerto de Yokohama, al sur de Tokio, por mantenimiento.

Azuma restó importancia al hito de convertirse en la primera mujer en obtener un cargo semejante en su país y al ser preguntada sobre la presión que esto conlleva ha afirmado: "no puedo decir que no sienta presión, pero superaré las dificultades planteándolas como un reto personal", según dijo en un comunicado remitido a Efe.

La comandante nipona aseguró que nunca ha encontrado dificultades para desarrollar su carrera militar por razones de género y añadió que "el nivel del rango es todo (lo que importa)" y que ni la edad ni el género son un obstáculo para desarrollarse profesionalmente.

La comandante Azuma se graduó en la Academia Nacional de Defensa en 1996, año en el que las mujeres todavía tenían prohibido servir en buques de guerra en el país asiático.

Japón no levantó el veto a las mujeres en sus navíos militares hasta 2008 y todavía hoy los submarinos continúan estando tripulados únicamente por varones.

La presencia de la mujer en el ejército japonés sigue siendo baja y sólo un 6 % del personal militar -14.000 soldados- son mujeres, una cifra que se encuentra por detrás de la de potencias como Estados Unidos y otros países industrializados, donde la media es de entre el 10 y el 15 %, según datos del Ministerio nipón de Defensa.

El Gobierno japonés se ha propuesto duplicar la presencia de la mujer entre sus tropas en los próximos años, en un momento en el que además busca fomentar su incorporación en distintos ámbitos laborales para hacer frente a la falta de personal generada por el rápido envejecimiento de la población y la baja natalidad.