El ministro griego de Economía, Dimitris Papadimitriu ha dimitido pocas horas después de que lo hiciera su esposa, la viceministra de Trabajo griega, Rania Andonopulu, por haber recibido ayuda a la vivienda a pesar de ser solvente.

En un escueto comunicado emitido hoy por la presidencia del Gobierno, el primer ministro, Alexis Tsipras, señala que acepta la renuncia y le agradece su colaboración.

Según la prensa local, Papadimitriu presentó su renuncia anoche después de la dimisión de su esposa, viceministra de Trabajo y responsable de Bienestar Social.

Andonopulu, uno de los miembros más ricos del gabinete, se había acogido durante dos años a las ayudas a las que tienen derecho todos los diputados y ministros que antes de asumir su cargo no vivían en la región capitalina.

A pesar de que la viceministra actuó dentro de la legalidad, en el izquierdista Syriza generó malestar por no comportarse acorde con los cánones de moralidad que se ha impuesto a si mismo el partido al asumir el Gobierno.

Desde que Tsipras asumió el Gobierno siempre ha dado especial importancia a que entre sus filas no hubiera casos de corrupción o comportamiento económico inmoral para así distinguirse de los ejecutivos anteriores.

La retirada de Andonopulu, responsable de los subsidios de solidaridad al sector más pobre de la población, se hizo esperar más de dos días y ayer por la mañana todavía se había limitado a anunciar que devolvía las ayudas recibidas (23.000 euros), por lo que su renuncia fue, según la prensa local, más una destitución que una dimisión.

Su marido, en cambio, presentó su renuncia casi de inmediato, en lo que se ha interpretado como una decisión forzosa, ya que ambos compartían el piso para el que Andonopulu recibió una ayuda estatal.

Ayer mismo, Tsipras anunció que eliminaba las ayudas a la vivienda a los miembros del Ejecutivo que no sean diputados, como era el caso de la dimisionaria.

Andonopulu y su marido son propietarios de una residencia de 300 metros cuadrados en la isla de Syros y de un piso de 110 metros cuadrados en Nueva York, y además disponen de depósitos bancarios y acciones por un valor total de 3 millones de euros, según su declaración de patrimonio.

Los ministros que no tienen escaño parlamentario cobran entre 2.000 y 2.100 euros mensuales, sin incluir las dietas, en torno a la mitad de lo que ingresan los que además son diputados.