El director general de Save the Children, Andrés Conde, considera que la conducta "repugnante e indigna" de unos pocos trabajadores de ONG "no puede manchar la labor heroica" de los miles de cooperantes que se juegan su vida en países con conflictos armados o emergencias humanitarias.

El último caso conocido en relación con denuncias a trabajadores de ONG ha provocado la dimisión del número dos de Unicef, el británico Justin Forsyth, por acusaciones de conducta inapropiada con trabajadoras de la ONG Save the Children en la que trabajó anteriormente, a las que envió mensajes de móvil con contenido inapropiado.

La ONU ha decidido informar de forma regular de las denuncias que recibe y ha explicado que entre octubre y diciembre se presentaron 40 nuevas acusaciones de abusos o explotación sexual supuestamente cometidos por personal de la organización en los últimos dos años.

El director general de Save the Children en España explica que su organización, dedicada exclusivamente a los niños, tiene "estándares de comportamiento tremendamente exigentes que hacen que cualquier comportamiento de este tipo contra los menores sea respondido rápidamente y de forma contundente".

En el conjunto de la organización, en los 120 países en los que trabaja Save the Children, no se ha registrado ninguna denuncia de abusos sexuales contra menores.

"No hemos tenido ningún caso de abusos sexuales a niños; hemos tenido, en 2017, denuncias de acoso sexual entre profesionales: 31 casos, de los que 10 terminaron en denuncia policial y 16 en despidos fulminantes de los profesionales implicados", detalla.

Conde recuerda que en Save the Children hay 25.000 trabajadores.

"Ninguna organización está libre de que ocurran esas conductas, nosotros creemos imprescindible tener los estándares de comportamiento más exigentes contra el abuso sexual y la respuesta más contundente cuando los casos son probados", añade.

En España, el responsable de Save the Children aclara que no ha habido ningún caso, ni siquiera entre trabajadores, y apunta que "el 80 por ciento de la plantilla de la ONG son mujeres".

"Todos esos casos afectan a la recuperación del sector en su conjunto, introduciendo una desconfianza que antes no existía, eso es muy dañino para el trabajo de las ONG, por eso es fundamental entender que la conducta repugnante e indigna de unos pocos no puede contaminar la labor heroica de tantas personas que entregan su vida en los países más remotos del mundo".

Save the Children exige a sus profesionales presentar "un certificado del registro de delincuentes sexuales, firmar un código ético enormemente exigente y muchas horas de formación" sobre comportamientos con niños. "Además tenemos la obligación de denunciar cualquier indicio de esa conducta".

"Si hemos presenciado una conducta mínimamente sospechosa, si no lo denunciamos, estamos incurriendo en una falta grave que puede llevar al despido", insiste.

Conde señala que son confidenciales los mecanismos de denuncia, que se tramitan en 48 horas y en una semana debe estar resuelta la investigación interna. "Mientras tiene lugar la investigación es confidencial, si se identifica que puede haber un delito, hay que comunicarlo a la Policía".