El primer ministro húngaro, el nacionalista Viktor Orbán, insistió hoy en rechazar la política de refugiados de la UE y en afirmar que la inmigración es un peligro para la seguridad y la cultura cristiana de los europeos.

"La migración es un peligro para la seguridad, la vida de los europeos y la cultura cristiana europea. Por eso, Hungría creará y ofrecerá su propia propuesta", dijo Orban en Sofía en una rueda de prensa junto a Boiko Borisov, el primer ministro de Bulgaria, país que preside este semestre la Unión Europea.

"La postura húngara no ha cambiado. Vemos que en muchos lugares del mundo la situación es dura, pero no tenemos que traer el desastre aquí, a Europa", dijo Orbán, cuyo Gobierno afronta la posibilidad de sanciones comunitarias por negarse a aceptar el sistema de reparto solidario de refugiados.

"Ahora, sobre la mesa de la UE hay una nueva propuesta sobre la inmigración. Esta propuesta, tal como está, no está bien para Hungría. En el centro de esta propuesta está la reubicación" de refugiados, indicó el político conservador.

Orbán afirmó que "la Constitución húngara dice de forma clara que tan sólo los húngaros y quienes han recibido su autorización tienen el derecho de decidir quién vive en Hungría".

"Vemos que en la propuesta de la UE hay cuotas sin límite máximo", apuntó Orban.

El primer ministro húngaro argumentó que no tiene sentido hablar de reubicar a los refugiados si no se garantiza primero la protección de las fronteras exteriores de la Unión Europea.

En ese sentido, defendió la eficacia del acuerdo firmado por la UE con Turquía para repatriar a los inmigrantes llegados a suelo europeo desde ese país.