Los países de la Unión Europea se mostraron hoy divididos respecto a la perspectiva abierta por Bruselas para los Balcanes Occidentales, una propuesta para seis Estados candidatos o potenciales a formar parte del bloque que es insuficiente para algunos y poco realista para otros.

Los ministros han debatido hoy por primera vez este documento presentado por la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, para esta región, en conflicto hace solo dos décadas, que Bruselas plantea como vía para cerrar heridas del pasado a cambio de reformas sustanciales y exigencias como la buena vecindad.

La estrategia afecta a Montenegro y Serbia, que tienen más avanzado el proceso de adhesión, Albania, Macedonia, Bosnia y Kosovo, que cumple diez años de su autoproclamada independencia de Serbia, reconocida hasta ahora por la mayoría de los socios europeos, aunque no por España, ni por Rusia, China o la propia Serbia.

El ministro español de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, abordó la situación de Kosovo en una reunión bilateral con Mogherini y subrayó que, "mientras haya Estados miembros que no reconocen" su independencia como Estado, "no cumple la primera de las condiciones para adherirse a la UE".

"Mientras haya Estados miembros que no reconocen a Kosovo, Kosovo no cumple la primera de las condiciones para adherirse a la UE, que es ser un Estado", subrayó Dastis en declaraciones a Efe a su salida de la reunión de ministros de Exteriores europeos que se celebra hoy y mañana en Sofía.

Dastis aseguró que Mogherini es "consciente" de esta condición y "reconoce y acepta que es una cuestión que no se puede plantear".

La UE plantea la adhesión de Serbia y Montenegro en 2025, en el mejor de los escenarios, una fecha que "no es realista" para el ministro de Exteriores esloveno, Karl Erjavec.

"Eslovenia tuvo veinte años de diálogo con Croacia para encontrar una solución sobre las fronteras, y lo mismo entre Croacia y Serbia, 26 años", afirmó Erjavec, para quien "no será posible lograr esta condición de aquí a 2025".

En opinión del político esloveno, que se refirió así al asunto fronterizo por el que Liubliana bloqueó la entrada de Croacia en la UE, esto "puede ser un gran problema para la ampliación de la UE y para los Balcanes".

Precisamente, este conflicto se ha reabierto después de que Zagreb no reconociera unilateralmente un arbitraje fronterizo, lo que ha obligado a Bruselas a mediar.

"Esperamos que la parte croata respete la decisión", dijo Erjavec, quien aseguró que en caso de que esto no ocurra devolverá el caso al Tribunal de Justicia de la Unión Europea .

Este asunto ha llevado al propio presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, a decir que "la solución de problemas fronterizos" debe resolverse antes de la entrada en la UE.

La perspectiva de ampliación debería sin embargo acelerarse en opinión de países como Hungría, que mostró hoy su "decepción" ante esta estrategia europea centrada en reformas como el Estado de derecho, la seguridad o la inmigración.

"No entiendo la razón por la que vamos tan despacio. Deberíamos avanzar en nuestra estrategia más rápido y acelerar el proceso de integración para Serbia y Montenegro. No veo ninguna razón por la cual no se deban abrir todos los capítulos este año", declaró el ministro de Exteriores húngaro, Peter Szijarto.

Hungría considera que si bien existen muchos "retos", "las tensiones pueden ser fácilmente superadas con la integración", y estimó que 2022 es una fecha "realista" para la adhesión definitiva de Serbia y Montenegro en el bloque, tres años antes de lo previsto por Bruselas.

El ministro francés, Jean-Yves Le Drian, expresó su deseo de que la reunión de estos días permita abordar esta "preocupación de la presidencia búlgara" del bloque, porque "está claro que estos países tienen vocación de unirse a la UE".

"Eso es innegable, pero está claro también que hay condiciones, condiciones exigentes, que el camino para la adhesión es difícil", añadió.