En el Día Internacional contra el uso de niños como soldados, varias ONG han exigido a los estados que pongan fin al reclutamiento de los menores en conflictos, que sufren más de 300.000 infantes que participan en una treintena de guerras, y que se establezcan los 18 años como la edad mínima.

Los niños combaten o realizan funciones de apoyo como correos, vigías o informantes, pero también son utilizados en atentados terroristas suicidas o explotados como esclavos sexuales, denuncia Aldeas Infantiles SOS.

"En ocasiones son forzados y en otras lo hacen de manera voluntaria empujados por la pobreza o la pérdida de familiares en la contienda; en todos los casos son víctimas que precisan de una respuesta inmediata para evitar que las consecuencias físicas y psicológicas de su participación en el conflicto sean más graves", asegura el presidente de Aldeas, Pedro Puig.

La ONG World Vision destaca que los niños son vulnerables y propensos a ser atraídos con promesas simples cuando la vida a su alrededor parece no ofrecer ninguna alternativa; son embaucados por los grupos armados con falsas promesas de alimentación, educación y protección.

"Escuchamos las razones por las que terminaron involucrados en los conflictos y son desgarradoras; la promesa de una educación gratuita, garantizar que nunca pasarán hambre o proteger a su familia y a su comunidad", explica esta ONG.

Recuerda historias como la Hain, un niño exsoldado, al que dijeron que matara o que lo matarían y fue forzado a pertenecer a un grupo armado en Myanmar cuando tenía 16 años o la de Ngalula, de 12 años, que un día en la República Democrática del Congo una de sus amigas le dijo que si no se unía a la milicia le mataban.

Entre las recomendaciones para erradicar esta práctica, están la de mejorar el acceso a la educación para niños en riesgo, apoyar el papel de los menores en la construcción de la paz y trabajar con los líderes religiosos y comunitarios.

160 países ya han ratificado el Protocolo Facultativo contra el Uso de Niños en las Guerras de la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, estableciendo los 18 años como edad mínima para el reclutamiento obligatorio y comprometiéndose a evitar que los menores participen directamente en las contiendas.