El líder del Partido Socialdemócrata alemán (SPD), Martin Schulz, anunció hoy su retirada de la presidencia de esa formación para favorecer su "necesaria renovación interna" y concentrarse en la tarea de ministro de Asuntos Exteriores en la nueva gran coalición de la canciller Angela Merkel.

"Asumí la presidencia hace menos de un año, llevé adelante un campaña electoral muy dura que acabó con resultados muy malos para el partido", afirmó Schulz tras la reunión de la cúpula del SPD y horas después de presentar el pacto de Gobierno alcanzado con el bloque conservador de Merkel.

El líder socialdemócrata recordó que, tras la derrota electoral, aceptó el desafío de seguir al frente de su formación, cargo para el que fue reelegido con casi el 82 % de los votos, pero admitió que finalmente ha entendido que no puede llevar adelante "la renovación que precisa el partido".

Para favorecer el proceso renovador, Schulz propondrá como presidenta a Andrea Nahles, hasta ahora jefa del grupo parlamentario socialdemócrata y ministra de Trabajo en el anterior Ejecutivo de Merkel, que se convertiría así en la primera mujer al frente del SPD en los más 150 años de historia del partido.

El relevo deberá producirse, de acuerdo a los planes anunciados por Schulz, en un congreso extraordinario que se convocará una vez realizada la consulta sobre el pacto de Gobierno entre la militancia socialdemócrata.

Schulz, expresidente del Parlamento Europeo, se convirtió en presidente y aspirante a la Cancillería por el SPD en marzo del año pasado, entonces como candidato considerado capaz de derrotar a la canciller, pero acabó hundiendo a su partido en su mínimo histórico en unas generales, con un 20,5 %.

Después de esa derrota, como había hecho durante la campaña electoral, rechazó de plano la posibilidad de reeditar la gran coalición y aseguró que nunca formaría parte de un Gabinete bajo Merkel.

Tras fracasar las negociaciones de coalición entre el bloque conservador de la canciller, los verdes y los liberales dio marcha atrás y aceptó abrir conversaciones para una alianza gubernamental, por recomendación expresa del presidente del país, Frank-Walter Steinmeier.

En el pasado congreso del SPD, celebrado el 21 de enero con el único objetivo de someter a los delegados la aprobación del preacuerdo de coalición, Nahles ya tuvo un papel destacado, al intervenir en un momento destacado de los debates y pedir en un vibrante discurso el sí al pacto.

El preacuerdo recibió el visto bueno por un 56 %, en medio de la fuerte oposición planteada por las juventudes del partido, los Jusos, que además lanzaron una campaña para reclutar nueva militancia con el objetivo de que el pacto de coalición acabe bloqueado en la próxima consulta entre los afiliados al SPD.

Desde el pasado enero se han registrado 24.339 nuevas afiliaciones al partido con derecho a voto en una consulta en la que pueden participar un total de 463.723 militantes.

Ese alud de nuevas afiliaciones contrasta con la situación en los sondeos del partido, que tras el desastroso resultado de las generales ha seguido cayendo en los sondeos, que le atribuyen ahora un 17 %, en caso de convocarse nuevas elecciones.

Nahles, exlíder de los "Jusos" y del ala izquierda del partido, se considera una figura integradora, con más anclaje entre las bases del SPD que Schulz.

Con 47 años frente a los 63 de Schulz, representa el propósito de renovación generacional que reclama el partido, que desde 1998 ha tenido ocho relevos en su presidencia sin que ninguno haya logrado revertir su persistente caída de electorado.