Los diálogos de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) quedaron hoy nuevamente en entredicho por los recientes atentados de esa guerrilla que dejaron siete policías muertos y 47 heridos, por lo que el Gobierno colombiano tomó la decisión de suspenderlos.

El anuncio lo hizo el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, en respuesta a los ataques del ELN este fin de semana contra estaciones de Policía en Barranquilla y Soledad, en el departamento del Atlántico y en Santa Rosa, el vecino Bolívar (norte).

"He tomado la decisión de suspender la instalación del quinto ciclo de negociaciones que estaba previsto para los próximos días hasta que no vea coherencia por parte del ELN entre sus palabras y sus acciones", dijo el jefe de Estado en un acto en la localidad de La Palma, en el departamento de Cundinamarca.

El Frente de Guerra Urbano del ELN se atribuyó ayer el atentado de Barranquilla que dejó cinco policías muertos y 41 heridos.

Según el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, el Gobierno también considera a esa guerrilla responsable de los atentados ocurridos en la vecina población de Soledad, que dejó cinco heridos, y el del caserío de Buenavista, en el municipio de Santa Rosa, en el que murieron dos uniformados y dos más resultaron heridos.

Antes de hacer el anuncio, Santos sostuvo una reunión con el jefe negociador del Gobierno en los diálogos de paz con el ELN, Gustavo Bell, en la cual se analizó la actual situación de las conversaciones.

"El quinto ciclo se instalará cuando el ELN haga compatible su conducta con la exigencia de paz del pueblo colombiano y de la comunidad internacional", dijo el gobernante con respecto de los diálogos que desde el 7 de febrero del año pasado se desarrollan en Quito.

El ELN aseguró hoy en un editorial publicado en su página web que mientras no se logre acordar un nuevo cese al fuego "seguirán ocurriendo acciones militares de lado y lado, tal como está aconteciendo actualmente".

Añadió que "entre más demora se dé para reanudar las sesiones de la mesa (de negociaciones), que es el escenario propio y acordado para las conversaciones, más se alargaran el trabajo y los tiempos para acordar otro nuevo cese".

Los diálogos con el ELN han sufrido tropiezos y están paralizados desde el pasado 10 de enero, un día después de que finalizara el alto el fuego bilateral que estuvo vigente durante cien días.

Tras concluir esa tregua, el ELN reanudó su actividad armada con ataques a la Policía y a la infraestructura petrolera, por lo cual Santos ordenó a Bell su regreso de Quito.

La semana pasada, atendiendo un pedido del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que exhortó al Gobierno y al ELN a reiniciar los diálogos, Santos dispuso el retorno de Bell a la capital ecuatoriana para intentar un nuevo cese del fuego pero las partes no avanzaron en ese propósito.

Según un informe de la Fundación Ideas para la Paz (FIP), un centro de pensamiento independiente, desde el 9 de enero, día en que terminó el alto el fuego y hasta el pasado viernes, el ELN cometió 34 acciones violentas, incluidos asesinatos, secuestros y ataques a la infraestructura petrolera.

El 50 % de esas acciones, detalla el informe, se concentró en el departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela, en tanto que los ataques contra oleoductos y hostigamientos son los más frecuentes.

El frente Domingo Laín Sáenz, que opera en Arauca y es uno de los más fuertes de esa guerrilla, es el que más ha cometido acciones violentas.

Estas cifras contrastan con las de Misión de Verificación de la ONU en Colombia que dijo que el organismo ha observado "que en la gran mayoría de las zonas afectadas por el conflicto entre el Gobierno de Colombia y el ELN no se han registrado incidentes desde el vencimiento del plazo del cese al fuego bilateral temporal, el 9 de enero".

Al mismo tiempo, el Gobierno ha dado "duros golpes" al ELN en las dos últimas semanas, dijo el ministro Villegas, quien recordó que entre los muertos o capturados hay varios jefes regionales de esa guerrilla.