El volcán Mayon, que se encuentra en la provincia filipina de Albay (centro), ha escupido este miércoles una columna de cenizas de cinco kilómetros de altura, lo que ha provocado un aumento del número de desplazados, que alcanza ya las 61.000 personas.

La alerta continúa en nivel 4 a pesar de que se han producido cinco nuevos episodios de expulsión de "lava intensa pero esporádica" durante un periodo de 19 horas desde la mañana del martes, según han indicado varios expertos del Instituto de Vulcanología y Sismología de Filipinas (Phivolcs).

El Phivolcs ha indicado que las fuentes de lava, de entre 500 y 600 metros de altura, han tenido una duración de entre siete minutos y una hora y media y han provocado columnas de entre tres y cinco kilómetros de altura.

Las escuelas permanecen cerradas en 17 ciudades de Albay y Camarines (una provincia aledaña), que también se ha visto afectada por la nube de cenizas provocada por la erupción. Cerca de 60 vuelos se han visto cancelados debido al volcán, que es el de mayor actividad de Filipinas.

Las autoridades del país han señalado que unos 55.000 residentes se encuentra en refugios temporales, lo que supone un significativo aumento respecto a los 40.000 registrados el lunes. Otros 6.165 evacuados se estarían hospedando en otras zonas.

El número de evacuados ha aumentado después de que el gobierno provincial ampliara la zona de peligro en torno al volcán y fijara un radio de 9 kilómetros alrededor de la base.

Las erupciones volcánicas del Mayono, que comenzaron el 13 de enero, han afectado a 54 localidades de Albay, que tiene una población de 71.373 personas.

La última erupción del volcán tuvo lugar en 2014. Su erupción más destructiva fue en 1841, cuando la lava sepultó una localidad y mató a 1.200 personas.