Una tormenta con vientos de hasta 122 kilómetros por hora ha acarreado el cierre temporal del espacio aéreo de Schiphol, el aeropuerto de Amsterdam, y con ello la cancelación de cientos de vuelos, así como el tráfico de trenes en buena parte del país.

El aeropuerto ha anunciado que el espacio aéreo se comenzará a reabrir de forma gradual a partir del mediodía y se calcula que buena parte de la tormenta remitirá al comienzo de la tarde.

Las autoridades han activado el código rojo en más de la mitad del país, recomendando que no se utilicen las autopistas para viajar entre ciudades, y muchas de ellas se han cortado debido a la caída de algunos árboles y el cruce de camiones.

Las autopistas que no han sido cortadas tienen actualmente colas de hasta 38 kilómetros, siendo las más afectadas las que unen Maastricht y Eindhoven, al sureste del país, aunque las rachas de viento más fuertes se están registrando en Utrecht, La Haya y Den Bosch.

Muchas estaciones de tren, como la de Almere o la de La Haya, se han tenido que desalojar por precaución debido a desprendimientos en los techos.

En el puerto de Rotterdam también se han vivido escenas peligrosas debido a la caída de algunos contenedores apilados de forma vertical que no han aguantado las ráfagas de viento.

El servicio de emergencias está colapsado debido a las llamadas que ha recibido a lo largo de la mañana y la Policía ha recomendado, a través de su cuenta de Twitter, contactar con el 112 sólo en situaciones "muy peligrosas" o "de vida o muerte".

En las calles se han producido caídas de árboles, aunque los servicios de emergencia no han informado hasta el momento de la existencia de heridos graves.