El negociador comunitario del "brexit", Michel Barnier, ha subrayado que Londres no podrá tener un acuerdo especial para la City (centro financiero), como aspira el Gobierno británico, después de la salida del Reino Unido de la UE.

En una entrevista con el periódico "The Guardian" publicada hoy, Barnier dijo que es inevitable que los bancos británicos y las entidades financieras pierdan el pasaporte que les permite comercializar libremente con el bloque europeo.

El negociador de la Unión Europea (UE) hizo esta afirmación días después de que el Consejo Europeo diera luz verde al comienzo de la segunda fase de las conversaciones sobre el "brexit", que estarán centradas en la futura relación comercial entre Londres y Bruselas.

Barnier resaltó que la pérdida del acceso al bloque europeo responde a la decisión británica de abandonar el mercado único.

"No hay lugar (para los servicios financieros). No hay un único acuerdo comercial que esté abierto para los servicios financieros. No existe" y, "al abandonar el mercado único, pierden el pasaporte de los servicios financieros", insistió.

El rotativo dice que esta opinión disipa las esperanzas del ministro británico del "brexit", David Davis, de alcanzar un acuerdo comercial que incluya al sector financiero ya que se muestra a favor de un pacto comercial como el que hay entre la UE y Canadá, que ha llamado "Canadá plus plus", para incluir los servicios financieros.

Entre otras cosas, Barnier también indicó que un acuerdo comercial debería ser aprobado dentro de un periodo de transición de dos años al tener que ser ratificado por parlamentos nacionales.

Además, el Reino Unido no podría detener el "brexit" de manera unilateral, ya que revertir la decisión de abandonar el bloque requeriría el consentimiento de los otros 27 Estados miembros.

El Reino Unido, añadió, deberá cumplir con las regulaciones comunitarias durante el periodo de transición y podría negociar acuerdos comerciales con otros países del mundo pero éstos no podrían entrar en vigor hasta finalizado ese periodo.

El Consejo Europeo aprobó la semana pasada pasar a la segunda fase de las negociaciones tras el acuerdo alcanzado entre Londres y Bruselas correspondiente a la primera fase.

En virtud de ese pacto, se garantizarán los derechos de los comunitarios que viven en el Reino Unido, Londres pagará una suma considerable por el "divorcio" y la frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda seguirá siendo invisible.