El Gobierno paquistaní cedió hoy ante los islamistas, que bloquearon durante tres semanas una de las entradas a Islamabad, al aceptar la dimisión del ministro de Justicia, Zahid Hamid, y otras demandas a cambio del fin de una protesta que se ha saldado con 6 muertos y cientos de heridos.

Hamid presentó su dimisión anoche como parte de un acuerdo entre el Gobierno y el clérigo Khadim Hussain Rizvi, en el que el Ejército actuó de mediador, tras una jornada de violencia en la que los militares no intervinieron pese a haber recibido la orden de hacerlo por parte del Ejecutivo.

El Tribunal Superior de Islamabad, que el sábado ordenó el despeje de la zona bloqueada por los extremistas, cargó duramente hoy contra el Ejército por ejercer de mediador y no cumplir las órdenes que se le dieron.

Tres semanas después de que Rizvi, al frente del partido Tehreek-e-Labbaik, comenzara una protesta por la reforma parlamentaria que cambió el enunciado del juramento de los cargos públicos de "Yo creo" a "Yo juro" que Mahoma es el último profeta del Islam, los extremistas han ganado.

Pese a que la reforma fue eliminada casi de inmediato, los islamistas han mantenido bloqueada la autopista exigiendo que se aplicara la Ley Antiblasfemia y se castigara a los autores del cambio.

Tras varios ultimátum incumplidos, el sábado el alto tribunal de la capital ordenó que despejase la entrada a Islamabad.

El Gobierno lanzó una fallida operación para disipar la protesta, que se saldó con 6 muertos y cientos de heridos, por lo que ordenó el despliegue del Ejército, pero los militares pidieron una clarificación y no tomaron medidas.

Finalmente, Gobierno y extremistas negociaron y alcanzaron un acuerdo que incluye la liberación de los manifestantes arrestados desde el comienzo de las protestas y la creación de un comité para buscar responsabilidades en la Administración por la operación policial a cambio del fin de la protesta y la no emisión de una fatua o edicto religioso contra Hamid.

Rizvi anunció el término de la protesta después de que el Gobierno accediese a sus demandas, pero afirmó que mantendrá el bloqueo varias horas más, hasta que sean liberados los detenidos.

En ciudades como Lahore (este) o Karachi (sur) los manifestantes se retiraron.

El Tribunal Superior de Islamabad criticó hoy duramente al poderoso Ejército por ejercer de mediador en una vista en la que estaba convocado el ministro del Interior, Ahsan Iqbal, para explicar el desarrollo de la protesta islamista

"¿Quién es el Ejército para adoptar el rol de mediador?", preguntó el juez Shaukat Aziz Siddiqui, que calificó de alarmante que el acuerdo estuviese firmado por un militar, el mayor general Faiz Hameed, entre otros.

El juez, que ordenó el sábado el desmantelamiento de la protesta, afirmó que el jefe del Ejército, Qamar Javed Bajwa, en lugar de seguir las órdenes del Gobierno de desplegar tropas ejerció de mediador, según informó a Efe, el portavoz del tribunal, Adnan Majeed.

"El Ejército necesita mantener sus obligaciones constitucionales. Es desconcertante que el Ejército permaneciese neutral con manifestantes violando las leyes en el país", indicó Siddiqui.

En el documento del pacto se afirma que se alcanzó el acuerdo gracias a los "esfuerzos especiales del general Qamar Javed Bajwa y su equipo de representantes" y se agradece al militar su contribución por "salvar la nación".

El tribunal tampoco ahorró críticas al Gobierno y a Iqbal.

"Iqbal ha avergonzado a la Policía y a la Administración. (Las instituciones) están destruyendo el Estado con los intentos de hacer quedar mal el uno al otro", señaló el juez.

El acuerdo fue además duramente criticado por los observadores políticos.

"¿Quién dice que la Constitución y el Parlamento son supremos en este país? No más. Vuelta a la alianza mulá-militares. Qué Dios salve a este país", escribió en columnista y escritor Zahid Hussain en su cuenta de Twitter.

El Tehreek-e-Labbaik Pakistan fue creado hace año y medio, tras la ejecución de Mumtaz Qadri, un extremista condenado por disparar 28 tiros al antiguo gobernador de la provincia del Punyab (este) Salman Tasir, por pedir cambios en la legislación y defender a la cristiana Asia Bibi.

Bibi está condenada a muerte por insultar al profeta Mahoma y espera en prisión la apelación de su caso.