Tras tomar el control de Zimbabue y confinar al presidente, Robert Mugabe, las Fuerzas Armadas afirmaron hoy que ha habido progresos significativos para dar una salida a la crisis gracias a las negociaciones que mantienen las dos partes.

El diario local The Herald, público y ahora controlado por los militares, transmitió hoy que los uniformados consideran que ha habido avances en su objetivo de eliminar a los "criminales del entorno de Mugabe" y de llevar a algunos de ellos ante la Justicia, aunque sin precisar nombres.

El presidente, que permanece bajo arresto domiciliario, y los altos mandos de las Fuerzas Armadas zimbabuenses mantuvieron ayer una reunión en la sede de la Presidencia, con la mediación de un sacerdote y enviados del Gobierno de Sudáfrica.

Los militares tomaron el control del país en la noche entre el martes y el miércoles y, en un mensaje emitido de madrugada en la tomada televisión nacional, explicaron que no se trataba de un golpe contra el presidente sino de una operación contra "criminales" de su entorno.

Con Mugabe confinado en su residencia, las fuerzas de defensa arrestaron a tres ministros afines a las aspiraciones políticas de la primera dama, Grace Mugabe, quien sonaba como candidata a vicepresidenta después de que su marido destituyese la semana pasada a Emmerson Mnangagwa.

Precisamente, la expulsión del vicepresidente -un incondicional del partido y veterano de guerra que figuraba en todos los pronósticos como sucesor de Mugabe (de 93 años y en el poder desde 1980)- sería el detonante principal de la crisis.

De acuerdo a los medios locales, los militares buscan pactar la salida de Mugabe del poder, aunque no necesariamente de forma inmediata.

Mugabe se muestra reticente a dimitir, según las mismas fuentes, y quiere asegurar la inmunidad para él y la primera dama.

Algunas de las hipótesis que se barajan son que dimita en breve y Mnangagwa (huido a Sudáfrica) vuelva al país para encabezar un Gobierno transitorio de concentración o que Mugabe permanezca en el cargo hasta el congreso de su partido en diciembre o hasta las elecciones de 2018.