Rusia vetó hoy en el Consejo de Seguridad de la ONU una prolongación del mandato del grupo de expertos internacionales que investigan los ataques químicos en Siria.

El veto ruso impidió la adopción de una resolución propuesta por Estados Unidos y que recibió 11 votos a favor, dos abstenciones y dos votos en contra.

Rusia había solicitado insistentemente posponer el voto durante unos días, hasta que se conozca esta semana el informe de los expertos sobre el ataque químico del pasado abril en la localidad siria de Jan Shijún, pero no obtuvo respaldo suficiente.

Mientras tanto, Washington y sus aliados insistían en la necesidad de renovar por un año el mandato del grupo de expertos antes de la publicación de ese informe.

Su argumento era que Rusia se opondría a la extensión si el texto responsabiliza al régimen sirio, aliado de Moscú, del ataque de Jan Shijún.

El embajador ruso, Vasili Nebenzia, acusó hoy a EE.UU. de mentir y de forzar el voto antes de tiempo únicamente con el fin de "deshonrar" a su país.

"Ustedes están dividiendo artificialmente este Consejo", insistió Nebenzia, que solicitó una votación para que la adopción de la resolución se retrasase hasta el 7 de noviembre, pero que no logró los apoyos necesarios.

La embajadora adjunta de EE.UU., Michele Sison, defendió el deseo de su país de votar hoy mismo la continuidad del mecanismo de investigación para permitir que continúe su trabajo "sin politización".

Finalmente, el texto se sometió a votación y obtuvo once votos a favor, dos abstenciones (de China y Kazajistán) y dos votos en contra, de Bolivia y Rusia, que tiene derecho de veto.

"Rusia ha vuelto a demostrar que hará cualquier cosa para asegurar que el bárbaro régimen de (el presidente sirio, Bachar al) Asad nunca se enfrente a consecuencias por su continuado uso de armas químicas", lamentó Sison tras la votación.

El mandato de los expertos no expira hasta el 16 de noviembre, por lo que el Consejo de Seguridad aún tiene margen para tratar de volver a aprobarlo.

Rusia, aunque ha sido muy crítica con los métodos de la investigación y ha puesto en duda sus conclusiones, no descartó hoy totalmente dar luz verde a su continuidad, sino que insistió en todo momento en que lo que quiere es poder analizar antes su informe sobre Jan Shijún.

La investigación la lleva a cabo un mecanismo conjunto de la ONU y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) y se conoce habitualmente por sus siglas inglesas (JIM).

El mecanismo se creó con apoyo de Moscú, pero desde entonces Rusia ha protegido siempre a sus aliados de Damasco de posibles sanciones por la utilización de armas químicas.

En 2013, como consecuencia de un acuerdo entre Rusia y Estados Unidos, Siria aceptó la destrucción de su arsenal químico tras varios supuestos ataques.