El general Iulian Vlad, el último jefe de la temida policía secreta Securitate durante el comunismo en Rumanía, falleció hoy a los 86 años en un hospital de Bucarest, informó la agencia de noticias News.ro.

Vlad se unió al Partido Comunista de Rumanía después de la Segunda Guerra Mundial y rápidamente se hizo un hueco dentro del aparato estatal.

El militar fue nombrado jefe de la Securitate en 1987, después de pasar toda su carrera en el Ministerio de Interior, y ocupó el cargo hasta la revolución de 1989 que acabó con el fusilamiento del dictador Nicolae Ceausescu.

Vlad siempre aseguró que había ordenado a sus tropas que no abrieran fuego durante el levantamiento contra el régimen comunista, que dejó un balance de más de 1.100 muertos.

En 1995, el general fue condenado a 25 años de prisión por su papel en la represión de la revolución en 1990, pero fue liberado después de cuatro años.