Los suizos votarán mañana en referéndum una amplia reforma del sistema de pensiones para garantizar su viabilidad y las rentas a largo plazo, y sobre una enmienda constitucional para garantizar la seguridad alimentaria.

Las pensiones en Suiza se basan principalmente en el Seguro estatal de Vejez y en la Previsión Profesional, ambos pilares obligatorios, y en un tercer pilar que es opcional y privado.

El Gobierno helvético y el Parlamento sostienen que las personas nacidas en los años 50 y 60, los "baby boomer", se jubilarán en los próximos años, lo que conlleva un aumento de nuevas rentas y una fuerte presión sobre las finanzas del sistema de pensiones.

A ello se suma que las pensiones se pagan cada vez durante más tiempo ante el aumento de la esperanza de vida y que las cuentas ya no están equilibradas, lo que hace "urgente" una reforma de un sistema que no ha sido revisado en 20 años.

El Ejecutivo y el Parlamento proponen elevar la edad de jubilación de las mujeres de 64 a 65 años, equiparándola a la de los hombres, e introducir un sistema de jubilación flexible para las personas entre 62 y 70 años.

Para mejorar la financiación del Seguro de Vejez se aumentará el IVA destinado a esta partida, y en las previsiones profesionales se reducirá la tasa de conversión del capital ahorrado en la renta.

A cambio los nuevos pensionistas recibirán 70 francos (60,40 euros) más por mes.

La segunda votación se refiere a una enmienda constitucional para garantizar la seguridad alimentaria a través de toda la cadena agroalimentaria y con productos nacionales como importados.

Para ello hay que preservar la base de la producción agrícola al proteger las tierras cultivables, adaptar la producción a las condiciones locales y utilizar de manera eficaz los recursos disponibles, como la tierra, el agua y la sustancias nutritivas.

El texto propone además que la agricultura y el sector agroalimentario se afiancen más en el plano comercial, y reafirma que unas relaciones comerciales buenas con el extranjero "son esenciales" para la seguridad alimentaria.

Suiza no es autosuficiente y tiene que importar alimentos y productos como maquinaria, diesel y fertilizantes.

Por último, señala que reducir la cantidad de alimentos que se tira permite preservar mejor los recursos.