El canciller norcoreano, Ri Yong-ho, partió hoy de Pyongyang rumbo a Nueva York para asistir a la Asamblea General de la ONU en un momento de especial tensión marcado por las continuas pruebas de armas de Pyongyang y el aumento de sanciones contra el régimen.

Ri despegó hoy del aeropuerto internacional de Sunnan, que da servicio a la capital norcoreana, confirmó la delegación de la agencia japonesa Kyodo en Pyongyang.

No es habitual que el canciller norcoreano acuda a la sesión de debate de la Asamblea General de la ONU, que arranca hoy, lo que subraya la complejidad de la actual crisis que se vive entre Pyongyang y Washington.

El viaje de Ri, exrepresentante de Pyongyang en las malogradas negociaciones a seis bandas para la desnuclearización del régimen, llega después de que Corea del Norte realizara su sexta prueba nuclear el pasado 3 de septiembre y de que la ONU aprobara el octavo paquete de sanciones contra el país asiático una semana después.

En respuesta al test, España anunció que expulsa al embajador norcoreano en Madrid, convirtiéndose en el cuarto país en clausurar una legación del régimen en el último mes,lo que acentúa el creciente aislamiento internacional de Pyongyang.

Se espera que durante su intervención en Nueva York, Ri justifique nuevamente la necesidad de que el régimen desarrolle su programa nuclear para defenderse de una posible invasión estadounidense.

También se prevé que critique la última resolución sancionadora del organismo internacional, la primera en imponer restricciones a la hora de exportar crudo a Corea del Norte.

Pyongyang ya respondió a este castigo lanzando un misil de medio alcance el pasado viernes que sobrevoló Japón, una acción que ha llevado a Washington a insinuar nuevamente la opción militar para solucionar la crisis, agudizada por los repetidos test de armas norcoreanos este año y la dura retórica del presidente de EEUU, Donald Trump.