Rusia advirtió hoy de que la adopción de nuevas sanciones y, lo que sería peor, el empleo de la fuerza contra el régimen de Corea del Norte, es un "camino hacia la catástrofe", después del nuevo lanzamiento este martes de un misil norcoreano que sobrevoló territorio japonés antes de caer al Pacífico.

"Creo que debemos luchar con todas nuestras fuerzas contra esa opción. Si esto termina en una guerra, ya nadie se preguntará sobre quién es el responsable. Estaremos ante una realidad absolutamente nueva y las tragedias serán incontables", dijo el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, a los periodistas en Astaná.

El Consejo de Seguridad de la ONU que se reúne hoy en Nueva York, agregó, debe concluir que "las medidas de fuerza son categóricamente inaceptables".

"Las sanciones no dan resultados. Por eso se revela importante el mecanismo de regulación política del problema nuclear de la península coreana. Esto implica la intolerancia hacia nuevas provocaciones de Pyongyang, pero también hacia una escalada militar de EEUU y sus aliados en la región", subrayó Riabkov.

El número dos de la diplomacia rusa recordó que Rusia y China ya ofrecieron un proyecto de hoja de ruta que consiste en "la doble congelación" tanto de los ensayos nucleares y de misiles por parte del Corea del Norte como de las actividades militares de EEUU en la zona.

La reunión urgente del Consejo de Seguridad fue solicitada tras el lanzamiento del misil por las misiones de EEUU, Japón y Corea del Sur.

El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, mantuvo una conversación telefónica con el presidente estadounidense, Donald Trump, en la que ambos acordaron ejercer aún más presión sobre Pyongyang.

El de hoy es el decimotercer lanzamiento de un misil balístico por parte de Pyongyang en lo que va de año, el primero de los cuales, realizado el 4 de julio, llevó a que el Consejo de Seguridad aprobara un paquete de nuevas sanciones contra el régimen de Kim Jong-un.

El misil de hoy, disparado desde las proximidades de la capital norcoreana, es el primero desde 2009 que ha sobrevolado Japón, tras lo que recorrió una distancia superior a 2.700 kilómetros y cayó en el mar a unos 1.180 kilómetros del cabo de Erimo, en el extremo nororiental del archipiélago japonés.

El nuevo ensayo armamentístico tuvo lugar después de que el sábado Pyongyang lanzara tres proyectiles balísticos de corto alcance a las aguas del mar de Japón, y tras probar el mes pasado dos misiles balísticos intercontinentales (ICBM).