El Estado alemán obtuvo en el primer semestre un superávit de 18.300 millones de euros, el equivalente al 1,1 % del Producto Interior Bruto (PIB), según datos provisionales publicados hoy por la Oficina Federal de Estadística (Destatis).

Las cuentas del Gobierno central, los estados federados, los municipios y la seguridad social continuaron beneficiándose de la evolución favorable de la economía alemana y del mercado laboral, así como de una política de gastos moderada, señala el comunicado.

Mientras el Gobierno central registró un déficit de 2.500 millones de euros, los estados federados, los municipios y la seguridad social cerraron los seis primeros meses del año con un superávit de 8.100 millones, 6.100 millones y 6.600 millones de euros, respectivamente.

El déficit del Gobierno central se debe principalmente a las repercusiones por la sentencia del Tribunal Constitucional de junio pasado que declaró ilegal el impuesto que gravó entre 2011 y 2016 los elementos combustibles usados por las centrales nucleares.

Esta sentencia obligó al Gobierno a devolver a las compañías energéticas sumas por un valor total de alrededor de 7.100 millones de euros.

Los ingresos públicos aumentaron en el primer semestre en 29.600 millones de euros hasta los 723.800 millones, un 4,3 % más que en el mismo periodo del año pasado.

Los impuestos constituyeron la principal fuente de ingresos del Estado federal, con 384.200 millones de euros, prácticamente la mitad del total.

El aumento de los ingresos por impuestos continuó elevado con un 5,4 % en el primer semestre del año.

También las aportaciones a la seguridad social aumentaron considerablemente -un 4,7 %- hasta los 265.400 millones de euros.

El gasto público subió en los primeros seis meses un 4,3 % -28.800 millones de euros- hasta los 705.400 millones de euros.

La oficina estadística confirmó hoy asimismo los datos provisionales difundidos la semana pasada según los cuales la economía alemana creció entre abril y junio un 0,6 % respecto al trimestre anterior, impulsada principalmente por el consumo de los hogares y el gasto público, así como las inversiones, sobre todo en equipos y en construcción.

En términos interanuales, la economía alemana creció en el segundo trimestre del año un 0,8 %.