Un hombre joven de aspecto extranjero mató ayer con un cuchillo de grandes dimensiones a dos personas e hirió a otras seis en una zona céntrica de la ciudad de Turku, en el suroeste de Finlandia, antes de ser herido y detenido por la policía.

El joven, que todavía no ha sido identificado, sembró el pánico en una de las plazas más concurridas de la antigua capital finlandesa por motivos que aún se desconocen, al atacar a los viandantes de forma indiscriminada.

Según la reconstrucción policial de los hechos, el ataque se inició hacia las 16:00 hora local (13:00 GMT), cuando el joven acuchilló a una persona en la plaza de Puutori y posteriormente asestó otra puñalada a un hombre que fue en ayuda de la víctima.

"Un individuo de apariencia extranjera asestó una puñalada en la espalda a una mujer con un cochecito de niños. La atacó sin dudar ni un instante y sin previo aviso", relató un testigo al diario "Ilta-Sanomat".

Un grupo de personas le hizo frente con palos y otros objetos contundentes, por lo que el agresor salió huyendo de la plaza por una calle adyacente, donde atacó a otras seis personas que se cruzaron en su camino.

"El tipo intentó apuñalar a todos aquellos con los que se encontraba. Una mujer tenía heridas muy profundas y sangraba en abundancia, parecía muy grave", contó otro testigo.

Finalmente, una patrulla policial le dio el alto, a lo que el joven respondió con una actitud muy agresiva, por lo que los agentes de seguridad le dispararon un tiro en el muslo y procedieron a su detención, según el relato policial.

Uno de los ocho heridos falleció más tarde en el hospital y otros tres fueron operados de urgencia ante la gravedad de sus heridas, mientras que el resto sufrieron lesiones menos graves.

Tras el ataque, las fuerzas de seguridad pidieron a la ciudadanía que evitase el centro de la ciudad y los agentes peinaron la zona en busca de posibles cómplices.

La ministra de Interior, Paula Risikko, explicó en una rueda de prensa que, por el momento, las fuerzas de seguridad no consideran el suceso como un ataque terrorista, ya que antes deben identificar e interrogar al agresor, quien se encuentra ingresado en un centro hospitalario bajo vigilancia policial.

"Debemos averiguar la identidad y los motivos del agresor. Tiene aspecto de ser extranjero, pero aún no sabemos quién es ni por qué ha actuado de esta forma tan insidiosa", afirmó Risikko.

"Esto es muy doloroso para todos, sobre todo para las víctimas y sus familiares. A ellos les enviamos nuestras más profundas condolencias", añadió.

Por el momento, la policía finlandesa sospecha que actuó solo, aunque no descarta que pudiera tener ayudantes, por lo que ha aumentado el nivel de vigilancia en las salidas de Turku y en los puertos, aeropuertos y en las principales estaciones de tren y autobús de todo el país.

Además, las autoridades solicitaron la colaboración ciudadana y facilitaron dos números de teléfono a los que pueden llamar quienes tengan cualquier tipo de información sobre el suceso.

El presidente finlandés, Sauli Niinistö, dio el pésame a las víctimas y sus allegados a través de un comunicado y viajó a Turku para informarse de primera mano sobre lo sucedido.

"El ataque de Turku fue un acto horrible y cobarde. De parte de todos los finlandeses, quiero expresar mis más profundas condolencias a las víctimas, sus familiares y personas cercanas", señaló Niinistö.

El primer ministro, Juha Sipilä, también se mostró conmocionado por la tragedia y convocó una reunión de urgencia de su Ejecutivo para analizar el incidente.

"Mi sentido pésame a las víctimas y a sus familiares. Los acontecimientos de hoy nos perturban a todos. Ánimo y rápida recuperación para los heridos", escribió Sipilä en Twitter.

Después de los atentados del jueves en las ciudades españolas de Barcelona y Cambrils, en los que murieron 14 personas y un centenar resultaron heridas, las autoridades finlandesas revisaron el grado de alerta terrorista en este país nórdico, pero decidieron mantenerlo en el nivel dos sobre un máximo de cuatro.