La conservadora Theresa May pone su cargo como primera ministra en manos del pueblo británico el próximo 8 de junio, al someterse por primera vez a las urnas en unas elecciones para ganar más legitimidad de cara al brexit y negociar con fuerza la salida del Reino Unido de la Unión Europea.

May se hizo con el poder en julio de 2016 derrotando a sus rivales en la pugna por liderar el Partido Conservador, tras la dimisión de David Cameron a consecuencia del referéndum europeo del 23 de junio en el que triunfo el divorcio con Bruselas.

Pese a haber repetido que no adelantaría los comicios generales previstos para 2020, Mayer, calificada como "la nueva dama de hierro" y comparada con la alemana Angela Merkel, ha decido darle al electorado la oportunidad de dar su veredicto final, tanto sobre ella, como sobre su deseo de negociar un "brexit" duro.

Una apuesta arriesgada ya que, aunque partía con una amplia ventaja en las encuestas, durante la campaña electoral el Partido Laborista de Jeremy Corbyn ha experimentado un increíble ascenso al amparo de sus promesas de proteger las políticas sociales.

May, que durante la campaña para el referéndum apostó tímidamente por la permanencia en el bloque comunitario, aboga ahora por la salida del mercado único y el control de la inmigración y será quien negocie la factura de la separación de la UE y la frontera con Irlanda y afronte la amenaza independentista de Escocia.

La negociación con Bruselas arrancará previsiblemente el 19 de junio, si los británicos dan el visto bueno a la segunda mujer en la historia del país que ocupa el puesto de primera ministra tras Margaret Thatcher.

Calificada por los diputados "tories" como una política "extremadamente difícil", algo de lo que ella presume, esta hija de un pastor anglicano, nació el 1 de octubre de 1956 en el seno de una familia modesta de Eastbourne, en el sureste de Inglaterra.

Hizo sus primeros estudios en colegios públicos antes de graduarse en Geografía por la universidad de Oxford, gracias a sus excelentes notas.

Comenzó su carrera profesional en el Banco de Inglaterra y posteriormente ocupó varios puestos en la Association for Payment Clearing Services (APACS), una agrupación de bancos encargada de supervisar la liquidación de deudas y las transferencias internacionales de dinero.

Con una larga carrera política, es diputada del Parlamento británico desde mayo de 1997 y ha sido miembro de los "gobiernos en la sombra" de cuatro líderes conservadores.

Cuando presidió el Partido Conservador entre 2002 y 2003, May ganó protagonismo al instar a los militantes a acabar con la imagen del "Nasty Party" (Partido antipático) que se había ganado su formación entre la opinión pública.

Con la victoria de su predecesor, David Cameron, en las elecciones de 2010, fue nombrada ministra del Interior, cargo que simultaneó con el de titular de Igualdad y Mujer hasta 2012.

Casada con el banquero Philip John May, con el que no tiene hijos, May es forofa del criquet y de la cocina, le encanta la música clásica y el grupo Abba, y se declara lectora de la revista Vogue.

La dirigente británica tiene fama de ser extremadamente exigente con su vida profesional y de conformarse con dormir solo cuatro horas.

Si los votantes le dejan seguir viviendo en el número 10 de Downing Stret, residencia oficial de los primeros ministros, May tendrá en sus manos uno de los más arduos trabajos de la historia británica: lograr un acuerdo de ruptura con la UE que garantice la prosperidad del Reino Unido y el futuro de las nuevas generaciones.