p> Corea del Norte ha vuelto a defender ante la ONU la "legitimidad" de sus pruebas nucleares y con misiles balísticos para reforzar sus capacidades de "autodefensa en la medida en que Estados Unidos mantenga sus políticas hostiles, las amenazas nucleares y el chantaje", ha dicho el martes en Ginebra el emisario norcoreano Ju Yong Choi.

Sin embargo, desde el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas han expresado su "máxima preocupación" por el comportamiento "desestabilizante" de Corea del Norte tras el último lanzamiento de un misil balístico que ha sido efectuado con éxito, según ha confirmado el Gobierno de Corea del Sur. Además, desde EEUU vuelven a destacar el papel de China a la hora de frenar el desafío nuclear de Pyongyang.

Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, ha exigido a Kim Jong Un que cumpla con sus obligaciones internacionales y "regrese al camino de la desnuclearización" al tiempo que ha condenado la escalada militar del régimen norcoreano que considera "una amenaza a la paz y la seguridad en la región".

No obstante, los miembros del Consejo se han comprometido a cumplir todas las medidas impuestas contra Pyongyang y han instado a todos los estados miembro a hacerlo de un modo rápido y serio, en particular, las medidas incluidas en las resoluciones 2321 y 2270. Naciones Unidas continuará supervisando de forma más estrecha la situación en la península de Corea y tomará más medidas significativas, incluyendo sanciones, en línea con la postura adoptada por los 15 miembros en ocasiones anteriores.

Para frenar la escalada militar de Pyongyang el papel que pueda tener China es decisivo. De hecho, el embajador de Estados Unidos para el desarme nuclear, Robert Wood, ha subrayado el martes que la influencia de China sobre el régimen de Kim Jong Un es "clave" para frenar la escalada de tensión en la península coreana provocada por las continuas pruebas nucleares y con misiles balísticos de Pyongyang.

"No voy a hablar de las muchas opciones políticas que podemos estar considerando, pero sí diré que estamos ciertamente decididos a mirar una serie de medidas --políticas, económicas y de seguridad-- para lidiar con los actos provocadores de Corea del Norte, que son peligrosos en muchos casos", ha dicho en una conferencia desde Ginebra.

Wood ha afirmado que el Gobierno de Donald Trump "va a aumentar su nivel de implicación con China sobre este tema" porque el gigante asiático "es realmente clave para lidiar con la cuestión norcoreana". "El 90 por ciento del comercio de Corea del Norte es con China, así que claramente tiene un montón de ventaja que nos gustaría usar", ha explicado.

Pyongyang lanzó la madrugada del domingo un nuevo misil balístico que cayó en aguas del Mar de Japón, a pesar de los llamamientos de la comunidad internacional y de las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para que cese sus test armamentísticos, que incluyen también ojivas nucleares. Las autoridades de Corea del Norte aseguraron el lunes que el último lanzamiento de un nuevo misil balístico tierra-tierra de alcance intermedio-largo con capacidad para portar cabezas nucleares fue realizado con éxito.

Según las informaciones facilitadas por la agencia estatal norcoreana de noticias, KCNA, el líder ''supremo'' del país, Kim Jong Un, supervisó el lanzamiento del misil, un ''Hwasong-12''. El mandatario norcoreano expresó su "satisfacción" por esta nueva arma resaltando que "se trata de un sistema perfecto congruente con la idea militar estratégica y táctica del Partido del Trabajo de Corea".

La citada agencia resaltó que el lanzamiento "se llevó a cabo con el mayor ángulo posible, en consideración con la seguridad de los países vecinos", agregando que fue llevado a cabo "para verificar especificidades tácticas y tecnológicas del nuevo misil".

"El misil alcanzó con precisión aguas abiertas a 787 kilómetros de distancia, tras alcanzar una altitud máxima de 2.111,5 metros", indicó la KCNA.

Kim recalcó que el lanzamiento "es una demostración del alto nivel de la ciencia y tecnología del país a nivel defensivo", agregando que "es de gran importancia para garantizar la paz y la estabilidad en la península de Corea y en la región".

"UNA POTENCIA NUCLEAR"

En este sentido, sostuvo que el país "es una potencia nuclear que merece ese nombre, sea reconocido o no", reiterando que Pyongyang "continuará su control estricto hacia los que participan en un chantaje nuclear", en una acusación dirigida contra Corea del Sur y Estados Unidos.

"Estados Unidos ha trasladado de forma masiva activos nucleares estratégicos a los alrededores de la península de Corea para amenazar y chantajear a Corea del Norte, pero esta fanfarronería militar sólo funciona contra países débiles que no tienen armas nucleares", argumentó.

Por ello, advirtió de que "si Estados Unidos intenta provocar a Corea del Norte no escapará del mayor desastre en su historia", reclamando a Washington de que "no juzgue equivocadamente la realidad en sus operaciones en la región".

El Gobierno de Kim Jong Un ha llevado a cabo varias pruebas nucleares y balísticas en los últimos años que han reavivado la tensión en la península de Corea.

En respuesta, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha dado por terminada la era de la "paciencia estratégica" y ha amenazado incluso con una intervención militar.

Corea del Norte justifica su escalada nuclear y militar por la necesidad de defenderse de lo que considera movimientos provocadores de Corea del Sur y Estados Unidos.

Para el representante norcoreano en la ONU, Ju Yong Choi, es precisamente la actitud estadounidense lo que justifica la escalada armamentística del Gobierno de Kim Jong Un, por lo que los reproches de Washington son solo "una violación gratuita de la soberanía y la dignidad de Corea del Norte".