El presidente ruso, Vladímir Putin, viaja hoy a China al frente de una importante delegación gubernamental para intervenir en el Foro sobre las Nuevas Rutas de la Seda y reunirse con varios mandatarios internacionales.

"Nuestro presidente intervendrá en la ceremonia de apertura del foro junto al presidente chino (Xi Jinping) y el secretario general de la ONU (Antonio Guerrres)", informó Yuri Ushakov, asesor del Kremlin.

Putin, un gran abanderado de los procesos de integración regional, expondrá "la visión rusa sobre las perspectivas de desarrollo de la cooperación en el espacio eurasiático", agregó el diplomático.

Su intervención incluirá varias "iniciativas concretas" sobre las rutas de transporte más cortas y efectivas a través de territorio ruso y de los otros miembros de la Unión Económica Eurasiática para el transporte de mercancías del océano Pacífico al Atlántico.

Además, hablará de los ambiciosos proyectos de infraestructuras en marcha en el país, como la nueva red de carreteras transiberianas y, en particular, la que unirá la zona del lago Baikal con la del río Amur, frontera natural entre Rusia y China.

También destacará los esfuerzos para incrementar la capacidad de los puertos rusos en el Lejano Oriente y los ingentes recursos que Moscú está invirtiendo en el desarrollo de la ruta ártica, alternativa al Canal de Suez.

"En un futuro esa ruta puede convertirse en el eslabón clave entre las regiones de Europa y Asia-Pacífico", precisó Ushakov.

Putin aprovechará para reunirse con varios mandatarios, como Xi y el primer ministro griego, Alexis Tsipras, aunque también podrían producirse otros contactos informales.

En particular, con Xi, según el Kremlin, abordará asuntos de la agenda económico-comercial, pero también los más acuciantes problemas regionales e internacionales.

Según informó el Kremlin, durante la estancia de Putin en el gigante asiático no se firmará acuerdo alguno, algo que sí ocurrirá durante la visita de Xi a Rusia el próximo 4 de julio.

Desde la crisis de 2008, pero especialmente tras las sanciones occidentales, Putin ha intentado profundizar los lazos económicos y comerciales con China con la firma de importantes acuerdos energéticos.

El líder ruso viaja acompañado, entre otros, por el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, y por los titulares de Economía, Finanzas, Energía, Transporte y Educación, no en vano el volumen comercial se ha disparado un 41% en los primeros meses del año.

También viajan los presidentes de las principales corporaciones energéticas del país, Gazprom y Rosneft, entre otros.

Moscú no quiere limitarse a suministrar materias primeras -Rusia superó en 2016 a Arabia Saudí como principal exportador de petróleo a China (52,5 millones de toneladas)-, como demuestra el reciente acuerdo para exportar más de 50 millones de toneladas de productos agrícolas al gigante asiático hasta 2028.

Algunos expertos advierten que Rusia podría beneficiarse de la modernización de sus obsoletas infraestructuras de transporte, pero también salir perjudicada por el flujo de productos chinos a bajo coste en el mercado regional, en concreto, en Asia Central.