La Explanada del Louvre estalló hoy en un grito colectivo de júbilo cuando la imagen de Emmanuel Macron apareció en las pantallas gigantes instaladas a ambos lados de la emblemática Pirámide, antes incluso de conocer el porcentaje que confirmaba como nuevo presidente de Francia al socioliberal.

La victoria, que en la plaza en la que sus militantes siguieron la velada muchos daban como segura, fue sobre todo bien recibida entre los que temían que la ultraderechista Marine Le Pen superase el umbral del 40 % de los sufragios -se quedó en torno al 35 % según las primeras estimaciones-.

Es el caso de Muriel y Patrick Turin, que instantes después de la emisión de las primeras cifras se declararon "aliviados" y "extremadamente contentos" de la "amplia victoria" del líder del movimiento En Marcha.

"Nos imaginábamos que iba a ganar, pero el número de votos demuestra que la gente ha votado contra Le Pen", explicó Muriel antes de abandonar la Explanada, acompañada de su marido, para "ir a dar una vuelta por París" y comprobar el ambiente de la capital.

Entre las cualidades que les habían llevado a elegir al exministro de Economía, de 39 años, la pareja citó su juventud, pero también su "capacidad para traer una renovación política".

Equipados en su mayor parte de banderas francesas, pero también europeas, los "macronistas" celebraron el resultado con gritos de "Macron presidente" y "hemos ganado".

Pero entre las expresiones de júbilo hay quien prefirió mantener la cabeza fría, como Journo Jene, para el que ahora "Macron debe ser un buen presidente y llevar un verdadero cambio a la política francesa".

De lo contrario, "Le Pen podría llegar con fuerza a las elecciones presidenciales de 2022", aseguró este joven de 24 años que en la primera vuelta de las elecciones el pasado 23 de abril votó al conservador François Fillon, aunque Macron era "claramente" su segunda opción.

Más contundente fue Vincent Vuillermoz, todavía vestido con su uniforme de bombero porque "había venido directamente del trabajo" para vivir un "momento histórico".

El porcentaje de votos obtenido por Macron supone "una gran derrota para Le Pen", juzgó Vuillermoz, que votó al futuro presidente de la República "porque ya era hora de poner a alguien joven a los mandos del gobierno".

"Va a traer una gran renovación a la escena política", aseguró sonriente.

Esa misma promesa fue lanzada por el presidente electo en su primer discurso público tras el cierre de las urnas, en el que apuntó que "una nueva página" de la "larga historia" del país se abre este domingo.

Más allá de la euforia de los que le habían votado por convicción, muchos de los presentes en la céntrica explanada expresaron su alivio por el resultado de la líder del Frente Nacional, considerado "malo".

"Con unos resultados así, no creo que consigan mucho durante las elecciones legislativas" del próximo junio, aseveró Benjamin Poueymidou.

Francés de origen africano y residente en Lille, norte de Francia, este hombre de 40 años viajó a París por la tarde para disfrutar de una victoria que anticipaba como "segura".

Llegó "después de haber votado por la mañana, obviamente", explicó, antes de abrazar a un desconocido que tenía al lado.