p> La excandidata a la Presidencia de Estados Unidos por el Partido Demócrata Hillary Clinton ha asegurado el martes que de haberse celebrado las elecciones diez días antes ella sería la presidenta del país y no Donald Trump. Tras una época desaparecida de la escena política ha advertido que vuelve a ser "una activista" y a "ser parte de la resistencia".

Además, aunque ha reconocido "su responsabilidad personal" en la derrota, considera que el ''hackeo'' cibernético a los correos de su partido y la carta que el 27 de octubre el director del FBI, James Comey, escribió a líderes del Congreso anunciando la investigación de más correos electrónicos enviados por la entonces candidata, fueron factores decisivos que la privaron de la victoria.

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha arremetido -vía Twitter- contra Comey al que ha llamado "farsante" y ha afirmado que fue lo "mejor que le pasó a Hillary Clinton" al darle "pase libre para muchas malas acciones". No ha tardado el magnate en responder a la entrevista de su antigua contrincante y ha vuelto a insistir en que "la historia "Trump/Rusia" ha sido una excusa usada por los demócratas para justificar la pérdida de las elecciones. "¿Quizá el triunfo de Trump se debió a una gran campaña?", se pregunta el mandatario de EEUU.

No obstante, Clinton ha asegurado, en una entrevista concedida a la CNN en el marco del acto ''Women for Women'' que se ha celebrado en Nueva York, que ella es la responsable "absoluta" de su derrota. "Yo era la candidata, fui la persona que se presentó en las elecciones. Soy muy consciente de los desafíos, de los problemas y de las carencias que teníamos", ha indicado.

Sin embargo, ha recordado que "iba ganando" hasta que se dieron una serie de circunstancias; particularmente hasta que se publicó la carta de Comey, el 28 de octubre, y hasta que se filtraron los últimos documentos de WikiLeaks, que plantearon dudas a muchas personas que "se inclinaban" a votarla a ella "pero se asustaron".

El FBI, 11 días antes de las elecciones, anunció que estaba revisando nuevos correos electrónicos relacionados con el uso de un servidor privado de Clinton cuando era secretaria de Estado. Apenas unos días más tarde, el mismo director del FBI anunciaba que los correos eran en su mayoría personales y estaban duplicados, dejando a Clinton libre de responsabilidad penal al respecto. El anuncio en la recta final de la campaña y la rectificación, a pocos días de acudir a la cita electoral, influyeron -a juicio de Clinton- en su derrota. Ha recordado, no obstante, que obtuvo tres millones de votos más que el 45º presidente estadounidense.

El ''hackeo'' a los correos del Partido Demócrata y sus líderes, así como la posterior liberación y publicación de los mismos a través del portal WikiLeaks, están siendo investigados por el FBI y los Comités de Inteligencia del Congreso y del Senado para valorar la injerencia rusa al respecto y la conexión entre el Kremlin y colaboradores muy próximos al presidente Trump.

Cabe recordar que el ex asesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn, tuvo que dimitir al mentir en el Senado sobre dos reuniones mantenidas con diplomáticos rusos durante la campaña electoral. Se sabe, y se ha reconocido también, que tanto el yerno de Trump, Jared Kushner, como el fiscal general, Jeff Sessions, mantuvieron contactos con funcionarios rusos aunque en esta ocasión, y de momento, no han tenido consecuencias más allá del escándalo inicial.

Clinton ha recordado que los correos de su jefe de campaña, John Podesta, aparecieron en WikiLeaks menos de una hora después de que se publicara una cinta en la que el entonces candidato, Donald Trump, se jactaba de ''asalto sexual'', catapultando su campaña en una espiral descendente. "Qué casualidad", ha dicho la ex candidata demócrata al respecto.

En cuanto al tema de la ''misoginia, Hillary Clinton ha destacado que es "una parte muy importante del paisaje político, social y económico" y "sí creo que jugó un papel" en la derrota. Pese a su aparición pública de la ex secretaria de Estado, tras meses en un discreto segundo plano, su equipo ha insistido en que esta entrevista no debe considerarse como una indicación de que va a aspirar a puestos políticos de nuevo.

No obstante, Clinton se ha comprometido a utilizar su voz para ayudar a los demócratas y hablar en contra de cualquier acción que considere nociva bajo la presidencia de Trump. "He vuelto a ser una ciudadana activista", ha puntualizado, "y parte de la resistencia".