El candidato socioliberal a las presidenciales francesas, Emmanuel Macron, dijo hoy que tiene "casi" decidido quién será su primer ministro si gana las elecciones el próximo domingo, y en concreto que baraja "un perfil masculino y un perfil femenino".

"Casi he elegido, tengo uno o dos perfiles en la cabeza", respondió Macron al ser preguntado sobre quién encabezaría su Gobierno si el próximo domingo es elegido presidente del país.

En cualquier caso, se negó a avanzar nombres como le había instado ayer su rival, la ultraderechista Marine Le Pen, que por su parte ha anunciado que su primer ministro en caso de vencer sería el soberanista de derechas Nicolas Dupont Aignan, con el que selló una alianza el sábado.

Macron precisó también sus planes para disponer de "una mayoría presidencial" en las legislativas que se celebrarán en junio, lo que pasará por presentar candidatos propios en todas las circunscripciones y porque "al menos la mitad" no hayan sido parlamentarios anteriormente.

No obstante, puntualizó que en sus listas habrá miembros del Partido Socialista y de Los Republicanos que acepten abandonar su partido para presentarse en esa mayoría presidencial, y eso incluye al anterior primer ministro, el socialista Manuel Valls, quien en ningún caso entraría como miembro de su Gobierno.

Precisamente, sobre la composición de su Ejecutivo, indicó que contará con personas llegadas de fuera de la política y que los elegirá por su experiencia y por su capacidad para dirigir una administración.

El que fuera durante dos años, de agosto de 2014 a agosto de 2016, ministro de Economía del actual presidente, el socialista François Hollande, después de haber trabajado como banquero de negocios, negó las acusaciones de defender los intereses del sector financiero.

"No estoy sometido a los bancos. Si estuviera sometido a los bancos, habría seguido trabajando para ellos", subrayó antes de denunciar los "insultos" que a ese respecto ha recibido tanto de la extrema derecha como de la extrema izquierda.

En esa línea, recordó que como ministro fue él quien "rompió el monopolio bancario" o facilitó la financiación de las pymes.

En política europea, el favorito de los sondeos dijo que hay que "ir más lejos" en la armonización de los tipos impositivos del impuesto de sociedades en la zona euro, pero también en la revisión de las convenciones que tienen los países miembros con los paraísos fiscales, porque eso permite a las multinacionales la evasión y la optimización.

"Eso mina la confianza en el sistema (...) y la coherencia económica de nuestro proyecto", argumentó antes de insistir en que esos puntos estarán "en la cumbre de (sus) prioridades en Europa", junto a la modificación de la directiva sobre los trabajadores desplazados.

Sobre esa directiva, explicó que "tiene que haber reglas más estrictas", un refuerzo de los controles, una limitación del tiempo de las misiones de los trabajadores desplazados y, sobre todo, una equiparación de la remuneración de un trabajador cuando esté en un país determinado, al margen del país de donde provenga.

Según una encuesta publicada hoy por "Le Figaro" y "LCI", si la segunda vuelta se hubiera celebrado del viernes al domingo pasados, Macron habría obtenido el 59 % de los votos, mientras que Le Pen se habría quedado con el 41 % restante.

Eso supone un ligero retroceso del pretendiente socioliberal, que en otro sondeo del mismo instituto demoscópico obtuvo el 61 % de las intenciones de voto una semana antes. La líder de la extrema derecha entonces había conseguido el 39 %.