La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, hizo hoy un llamamiento a la tranquilidad tras el seísmo de 6,9 grados en la escala de Richter que azotó la zona central del país a las 18:38 horas (21:38 GMT) y que no dejó víctimas mortales, aunque sí daños materiales.

"La información que tenemos hasta ahora es que todo está bajo control, sin embargo, tanto en mi caso como el de los ministros, estamos en contacto con nuestros directores y jefes de servicios regionales para estar al detalle de lo sucedido", afirmó Bachelet a la prensa.

La presidenta chilena, que regresaba a Santiago tras un viaje por el norte del país, confirmó que en Valparaíso, a 120 kilómetros al noroeste de Santiago, se vivió un momento muy "impactante" porque en el momento del seísmo, los bomberos luchaban contra un incendio en el centro la ciudad que afectaba a un edificio patrimonial.

"El momento del seísmo fue un momento muy impactante en la ciudad de Valparaíso porque en pleno centro, en las calles Pedro Montt con Francia, había un tremendo incendio que estaban combatiendo los bomberos. Al principio hubo una sensación de bastante temor a la cual la gente reaccionó muy adecuadamente", explicó.

A los deslizamientos de tierra y de rocas que afectaron algunas autopistas en la zona central de Chile, se une el cierre del metro de Valparaíso, cortes de luz y la suspensión de algunos servicios de locomoción colectiva que pasan por el borde costero.

Bachelet desveló que el aeropuerto de Santiago, que en el terremoto de 2010 sufrió graves perjuicios, tuvo esta vez "un par de pequeños daños", pero ninguno de la importancia suficiente para que las instalaciones tuvieran que suspender su actividad.

La presidenta del ejecutivo chileno pidió "prudencia" a los ciudadanos y recordó que tras el fuerte temblor se produjeron varias réplicas.

El director del Instituto Sismológico de Chile, Mario Pardo, afirmó que desde el terremoto de las 18:38 horas (21:38 GMT), se registraron más de veinte sismos de entre 3,5 y 5,5 grados de magnitud.

El fenómeno telúrico de 6,9 grados Richter, cuyo epicentro se localizó a 72 kilómetros al oeste de Valparaíso, tuvo su hipocentro a 20 kilómetros de profundidad.

El temblor se notó desde las regiones de Coquimbo, en el norte de Chile, hasta la de Biobío, en el sur, sin que se hayan producido alteraciones en servicios básicos o infraestructuras.

El seísmo afectó a unas 34 ciudades repartidas por la zona central del país, comprendidas en unos 800 kilómetros de territorio.

En tanto, el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS por sus siglas en inglés), rebajó la intensidad del sismo a 6,9 grados, pese a que en un principio lo había cifrado en 7,1.