Al menos tres personas han muerto hasta hoy en Venezuela en las protestas antigubernamentales de las últimas dos semanas que han sido convocadas por la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y que continuarán durante los próximos días.

El Ministerio Público (MP, Fiscalía) del país caribeño confirmó hoy que Miguel Colmenares de 36 años y un adolescente de 13 años murieron el martes mientras se "encontraban en manifestaciones" en el estado venezolano de Lara (oeste), aunque no ha especificado detalles del caso que, afirmó, ya comenzó a investigar.

El organismo indicó que una persona resultó herida en estas protestas, mientras que el gobernador de la entidad, el opositor Henri Falcón, habló de 12 lesionados y aseguró que las muertes habían sido provocadas por supuestos grupos armados.

Con anterioridad, la Fiscalía había informado la muerte de otro joven que se encontraba protestando en el central estado Carabobo, información que fue ratificada hoy por el gobernador de esa región, el chavista Francisco Ameliach, al indicar que la víctima recibió un impacto de bala procedente de un arma asignada a la Policía de esa entidad.

Un cuarto caso de un joven de 20 años que recibió un disparo la noche del jueves a las afueras de Caracas ha sido reseñado por el MP como asesinato en manifestaciones, aunque el Gobierno ha insistido en que la víctima no participaba en ninguna protesta y que recibió un disparo de un policía de tránsito, que no realizaba labores antidisturbios.

Con todo, la MUD llamó hoy a nuevas manifestaciones, en Caracas y en los 23 estados del país, que comenzarán mañana y se extenderán hasta el próximo 19 de abril cuando los opositores han convocado a una "gran protesta nacional" para seguir presionando al Poder Ciudadano a favor de la remoción de siete magistrados del Supremo.

El antichavismo prevé que mañana haya manifestaciones en los 335 municipios del país, una "protesta sorpresa" para el viernes, una quema de un muñeco con la cara del presidente, Nicolás Maduro, el domingo, y para el lunes un "trancazo" de todos los accesos a la capital venezolana.

Los opositores siguieron este miércoles con la recogida de unas firmas que esperan presentar al defensor del pueblo, Tarek William Saab, para que, como jefe del Poder Ciudadano, respalde el proceso iniciado en la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), de mayoría antichavista, contra dichos jueces.

El Legislativo acusa a los integrantes de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de haber dado un "golpe de Estado" tras emitir dos sentencias que despojaban a la Cámara de sus atribuciones y limitaban la inmunidad de los diputados, aunque luego estas resoluciones fueron parcialmente suprimidas.

Por ello, pequeñas concentraciones de personas se registraron hoy en al menos cuatro estados del país para firmar a favor de la destitución de los magistrados, o al menos así lo indicó a través de su cuenta en Twitter la MUD, que mostró fotografías para dar cuenta de esta jornada.

Bajo el lema "Yo firmo contra el golpe" decenas de ciudadanos en estados como Delta Amacuro (noreste), Aragua (centro), Falcón (noroeste), así como en Caracas, asentaron sus datos en los formularios que la oposición ha dispuesto en todo el país para buscar estos respaldos, cuya fecha de traslado hasta la Defensoría del Pueblo no ha sido anunciada.

Entretanto, al menos catorce negocios resultaron afectados en la localidad venezolana de Guarenas, en el céntrico estado de Miranda y cercana a Caracas, después de que un grupo de personas entrara por la fuerza hoy en un centro comercial de la zona y saqueara los locales a su paso.

Además, varios chavistas y opositores se enfrentaron este miércoles al concluir una misa ofrecida por el cardenal venezolano Jorge Urosa Sabino poco antes de que se iniciara la procesión del Nazareno de San Pablo, en el centro de la capital.

El enfrentamiento se originó después de que Urosa pidiese en su homilía a los feligreses elevar sus súplicas para pedir a Jesucristo que "ayude a resolver nuestros conflictos de manera pacífica y democrática", a lo que una parte de los asistentes a la misa respondieron con consignas que reclamaban "libertad", mientras otros lo hicieron con lemas a favor del Gobierno.

Horas antes el religioso, en rueda de prensa, había instado al Gobierno a no "seguir amparando" a supuestos grupos violentos que estarían actuando contra las manifestaciones de las últimas semanas que han dejado decenas de heridos y detenidos, según datos oficiales.