El ajustado margen de victoria en las elecciones presidenciales de Ecuador evidencian un país polarizado entre las dos candidaturas, la oficialista de Lenin Moreno y la del opositor Guillermo Laso. La acusación de fraude electoral por parte del perdedor, el anuncio de impugnar el resultado de los comicios y las manifestaciones en varias ciudades del país han desembocado en conatos violentos y enfrentamientos con la policía y entre los seguidores de ambos líderes políticos.

El candidato del movimiento opositor CREO, Guillermo Lasso, no reconoce la victoria de su oponente, Lenin Moreno. Lasso ha anunciado el domingo que impugnará los resultados electorales mientras continúan los brotes de violencia en diversas ciudades del país. Según los resultados del Consejo Nacional Electoral de Ecuador (CNE), correspondientes al 94,18 por ciento del recuento, Moreno se ha hecho con el 51,07 por ciento de los votos, mientras que Lasso ha recabado el 48,93 por ciento de los apoyos.

No obstante, dos sondeos a pie de urna, absolutamente contradictorios, son posiblemente la causa de que una parte de la población cuestione el resultado final logrado en las urnas. Una encuesta daba la vitoria a Moreno con dos puntos de ventaja, mientras que otra se la concedía a Lasso con ocho puntos por delante de su rival. Diez puntos de diferencia son demasiados incluso para el presidente Rafael Correa, que ha destacado que alguien "miente" por que es "estadísticamente imposible" que sean ciertos dos sondeos tan dispares.

Tras conocerse los resultados de los comicios, cientos de manifestantes denunciaron ser víctimas de un fraude y se han registrado brotes violentos en varias ciudades, desde Guayaquil hasta en la capital Quito, donde la presencia policial no ha impedido que cientos de personas exigieran la salida del presidente, Rafael Correa al que acusan de ampararse en el CNE para respaldar la victoria del oficialista Lenin Moreno.

"No podemos permitir que se pretenda violentar la voluntad popular", ha dicho Lasso, resaltando que su equipo "está trabajando para presentar en el menor tiempo todas las objeciones dentro de los plazos establecidos por la ley".

"Actuemos de la manera más pacífica pero firme en nuestras protestas, que son legítimas en democracia. Ir a la calle y decir: No me robes el voto, porque queremos un cambio en Ecuador", ha manifestado, denunciando "pretensiones de fraude".

Lasso se ha hecho eco de los resultados del sondeo que le daba una ventaja de ocho puntos porcentuales, argumentando que la diferencia entre el mismo y los resultados oficiales muestra una anomalía. El sondeo ha sido uno de los dos publicados poco después del cierre de los colegios electorales. El segundo daba a Moreno una ventaja de unos dos puntos porcentuales.

La situación ha sido denunciada por el propio presidente del país, Rafael Correa, que ha dicho que "lamentablemente dos encuestas ''exit poll'' dan resultados absolutamente contradictorios", recalcando que "estadísticamente esto es imposible".

"Diferencia de diez puntos entre las dos encuestas. Alguien miente", dijo el mandatario, reclamando a la población que esperara a la publicación de los resultados oficiales.

Por otra parte, Lasso ha dicho que "no puede ser posible que el 19 de febrero nos hayan dicho que les toma cuatro días llegar a los resultados de la papeleta presidencial, y ahora resulta que en 20 minutos pretenden decir que se apagó el sistema, se quedó fuera de línea, y aparecen escrutados del 20 al 90 por ciento". "Es muy grosero", ha valorado.

"Le pido a los ecuatorianos que no caigamos en provocaciones de aquellos que han sido preparados para crear incidentes urbanos", ha indicado el líder opositor, tras algunos incidentes en varias localidades del país, entre ellas la capital, Quito.

Asimismo, ha cargado contra Correa, al que ha pedido que "no juegue con fuego". "No tiente a los ciudadanos ecuatorianos. Aquí hay gente que no le tiene miedo, que lo hemos enfrentado y lo vamos a seguir enfrentando. No juegue con el pueblo ecuatoriano", ha advertido.

"Creo que han cruzado una línea, y la línea que han cruzado es pretender abusar de la voluntad popular. Vamos a defender la voluntad del pueblo ecuatoriano frente a las pretensiones de un fraude que tiene por objetivo instalar a un gobierno que desde ya sería un gobierno ilegítimo", ha explicado.

Por último, Lasso ha asegurado que ha hablado ya con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, "para ponerle en conocimiento lo que está pasando hoy en Ecuador". Por su parte, el presidente Correa ha considerado "una gran noticia para la Patria Grande" la victoria de Lenin Moreno y ha destacado la derrota de la derecha "pese a sus millones y su prensa".

El mandatario ha lamentado los brotes de violencia en Quito, Esmeraldas, Ibarra y Azogues. "Lo que no logren en las urnas, quieren lograrlo por la fuerza", ha dicho Correa poco después de que el CNE diera por vencedor en las elecciones a Lenin Moreno.

El presidente del Consejo Nacional Electoral, Juan Pablo Pozo, ha resaltado que "Ecuador ha dado muestras al mundo de participación y democracia" durante las elecciones. "Respetar los resultados es de respeto a cada ciudadana y ciudadano que acudió a las urnas de forma libre y democrática", ha remachado.

Moreno partía como gran favorito, entre otras cosas, porque en la primera vuelta, celebrada el pasado 19 de febrero, se quedó a apenas unas décimas de proclamarse vencedor, para lo cual necesitaba el 40 por ciento de los votos con una distancia de diez puntos sobre su rival inmediato.

Lasso consiguió su pase a segunda vuelta con el 28 por ciento de las papeletas, once puntos por debajo de Moreno pero otros tantos por encima de su principal competidora, Cynthia Viteri.

Las elecciones presidenciales del domingo activarán la cuenta atrás para que Rafael Correa abandone un cargo que ha desempeñado entre 2007 y 2017, algo que hará irremediablemente el 24 de mayo de este año.