dor de la ONU en las negociaciones sirias de paz, Staffan de Mistura, hizo una lectura esperanzadora de la quinta ronda que ha concluido hoy, pero también dejó claro que la continuación de este proceso político depende de reavivar el moribundo cese de las hostilidades en Siria.

Al valorar los nueve últimos días de negociaciones, De Mistura dijo que por primera vez se abordaron "en sustancia" y "en detalle" los puntos de la agenda acordada y adelantó que habrá una nueva ronda, cuya fecha se decidirá próximamente.

Esa interpretación del resultado de la ronda fue claramente diferente a la que hicieron las delegaciones del Gobierno sirio y de la oposición, que se dedicaron a hacerse recriminaciones mutuas y a acusarse de falta de voluntad real de avanzar hacia un acuerdo de paz.

"La verdad es que las dos delegaciones demostraron una nueva forma de madurez y de compromiso de continuar en este proceso, a pesar de las recriminaciones y de los graves eventos en el terreno", aseguró De Mistura, en referencia a la escalada de los enfrentamientos armados.

"Creo que puedo hablar por todos los participantes: debemos mantener el impulso creciente al proceso político, incluso si sólo es creciente", continuó, para luego rebajar el aire optimista de sus comentarios y enfatizar que "sin duda, tampoco veo que esto se convierta de inmediato en un acuerdo de paz".

Anteriormente, al hacer un balance de esta ronda, la delegación opositora acusó al régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, de emplear una "retórica vacía" sobre la lucha antiterrorista para dilatar las negociaciones.

Poco después, los enviados de Damasco dijeron que no tenían ante si "interlocutores patrióticos", sino a un grupo que vive en función de "la ilusión" de la salida de Al Asad del poder, que la Administración estadounidense ha dejado de considerar una condición intrínseca para un acuerdo político en Siria.

Desde el cambio de Administración, Estados Unidos está totalmente eclipsado en estas negociaciones, que se apoyan en un acuerdo temporal de alto el fuego que garantizan Rusia, Turquía e Irán.

La próxima reunión convocada para el 3 y 4 de mayo con el fin de revitalizar esa tregua -entre esos tres países y el Gobierno sirio y las facciones armadas de la oposición- será esencial para las perspectivas del próximo encuentro de Ginebra.

Los grupos armados boicotearon la última de estas citas en protesta por las constantes violaciones de las que acusaba al régimen y por la inexistencia de un mecanismo para identificar a los transgresores.

"Un éxito real en esa reunión reforzaría (el proceso de) Ginebra y viceversa", declaró De Mistura, que hace pocos días dirigió cartas a los gobiernos ruso, turco e iraní en las que les pedía actuar de forma urgente para que se restablezca ampliamente el alto el fuego.

A las repetitivas retóricas del Gobierno y de la oposición en Ginebra, mientras los ataques y atentados se multiplican en Siria, se sumaron los fuertes rumores sobre la intención que tendría De Mistura de abandonar la conducción de estas negociaciones.

Pese a que la pregunta se le planteó directamente, De Mistura declinó comentar este tema, pero la forma en la que expuso sus planes de las próximas semanas hacían dudar de que estuviese pensando dejar el cargo.

De Mistura pareció no dar importancia a estas conjeturas y dijo que únicamente debe tenerse en cuenta lo que se escuche de él mismo o del secretario general de la ONU, António Guterres.

El mediador, de 70 años, hizo en cambio una suerte de confidencia en público, al decir que las negociaciones "más difíciles no son las de los manuales, sino con la familia", en referencia a las constantes peticiones de su esposa para que deje esta ardua misión.

La oposición ha señalado que independientemente de quién medie en estas negociaciones, si hay un cambio no tendría que ser por un recién llegado que necesitaría meses para entender sus entresijos y que tendría que medirse con una personalidad que parece inmune a la desmoralización, como la de De Mistura.

Sobre lo que todavía falta recorrer en este proceso, el mediador, dijo que no hay medida exacta sobre el tiempo que se necesitará, pero que se requerirá de mucha estrategia y determinación para poner fin a uno de los conflictos más crueles de la historia moderna.