España llevará la preocupación por la situación en Venezuela a la reunión de ministros de Exteriores de la Unión Europea que se tendrá lugar el próximo lunes en Luxemburgo, aunque está aún por decidir el tono de la intervención.

La situación en Venezuela no formaba parte de la agenda de la reunión a Veintiocho, pero el Gobierno cree que debe abordarse de algún modo, según han indicado fuentes diplomáticas, a la luz de los últimos acontecimientos en el país.

El asunto, en cualquier caso, no será parte de los debates previstos por la Alta Representante de Política Exterior de la UE, Federica Mogherini, sino que lo más probable es que sea un punto de información expuesto por la delegación española.

Este jueves, el Tribunal Supremo venezolano anunció su decisión de asumir las competencias de la Asamblea Nacional y arrebatar así el control parlamentario a la alianza opositora Mesa de Unidad Nacional.

Esta y otras sentencias son vistas desde Bruselas como gestos que "ponen en tela de juicio los poderes constitucionales" del Parlamento venezolano y restringen la inmunidad parlamentaria de sus miembros, "elegidos democráticamente por el pueblo".

"Seguimos la situación de cerca y, por supuesto, con inquietud", ha señalado este viernes en una rueda de prensa la portavoz del Servicio de Acción Exterior de la UE, Maja Kocijancic, que ha considerado "primordial" asegurar el respeto por la Asamblea Nacional.

La Unión Europea está en contacto permanente con sus contraparte en Venezuela y en la comunidad internacional, ha añadido.

El mismo día del fallo del Supremo, la Alta Representante a través de un portavoz subrayó que "es de suma importancia establecer un calendario electoral claro y respetar a la Asamblea Nacional y a todos sus miembros, según lo previsto en la Constitución".

También instó al Gobierno de Nicolás Maduro a "trabajar en conjunto con todos los actores e instituciones nacionales dentro del marco constitucional" y en el pleno respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales.

El respeto de la Constitución, los principios democráticos, el Estado de Derecho y la separación de poderes "son cruciales", concluye la declaración, para que el país pueda lograr una "salida pacífica ante la difícil situación actual y recuperar la estabilidad política".

SIRIA, LIBIA Y YEMEN

Los Veintiocho discutirán el lunes la nueva estrategia para Siria que ha presentado recientemente Mogherini para que la UE apoye la estabilización y la reconstrucción del país, una vez que haya comenzado una transición política "creíble" y "genuina", en vísperas de la Conferencia Internacional que coorganizarán la UE y la ONU junto a Alemania, Kuwait, Noruega, Qatar y Reino Unido sobre el futuro de Siria el 5 de abril en Bruselas.

La cita internacional pretende recabar el apoyo al proceso de mediación de la ONU para encontrar una salida política al conflicto, recabar "más" apoyo financieros para los refugiados y comenzar a planificar la ayuda a la estabilización y la reconstrucción del país, algo que la UE confía en que sirva de "incentivo" para animar al Gobierno y a la oposición a hacer "los compromisos necesarios y comenzar una transición política".

También discutirán la crisis en Libia, donde la UE está lista para utilizar "todos" sus "instrumentos financieros" para "ayudar a incentivar una solución política" que permita unir al este y oeste del país y donde espera que "cualquier implicación rusa en Libia esté coordinada con otros actores", en apoyo del proceso de mediación de la ONU, ha explicado una fuente diplomática europea, que ha admitido que la UE ha recibido "una petición formal" para ayudar a sus guardacostas. "Hay muchas peticiones adicionales que tenemos que ver de dónde podemos sacar financiación", ha admitido.

Los Veintiocho también abordarán la crisis en Yemen, aunque la fuente europea ha admitido que "hasta ahora no hay consenso" entre los Veintiocho para imponer un embargo de armas a Arabia Saudí, algo que requiere "unanimidad" y mantendrán un almuerzo con el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Aboul-Gheit, para discutir su cooperación y asuntos regionales, incluido el proceso de paz en Oriente Próximo, donde entre ambas organizaciones defienden la solución de dos Estados como la única posible para la región.