La fiscal peruana que investiga al partido Fuerza Popular por presunta financiación irregular identificó al menos siete presuntas aportaciones "fantasmas" para cubrir los gastos de la campaña de Keiko Fujimori para las elecciones presidenciales de 2011, informó hoy el diario Perú21.

Se trata de siete personas que negaron ante la Policía haber entregado dinero o contribuido con bienes a Fuerza Popular para la campaña de 2011, aun cuando sus nombres figuran entre los 87 financiadores consignados por la formación política en su declaración a la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE).

La ingresos declarados por Fuerza Popular en 2011 alcanzaron los 17,4 millones de soles (unos 5,3 millones de dólares), la mayoría de ellos gracias a aportaciones individuales en efectivo.

Entre las personas que supuestamente negaron a la Policía haber dado dinero hay jóvenes que no ejercen una actividad económica reconocida, según el informe policial entregado a la fiscal María del Pilar Peralta, titular de vigésimo sexta Fiscalía Provincial de Lima, a cargo de las investigaciones.

Keiko Fujimori, hija del encarcelado expresidente peruano Alberto Fujimori (1990-2000), es también objeto de una investigación preliminar de la fiscal Sara Vidal, de la Primera Fiscalía Supraprovincial Corporativa de Lavado de Activos, por un presunto blanqueo de dinero en la campaña de 2011.

En esa investigación también está involucrado el excongresista Joaquín Ramírez, uno de los principales financiadores de Keiko, según la resolución de la fiscal publicada el 21 de febrero en el periódico Correo.

El motivo de la apertura de diligencias contra Fujimori es la sospecha de que esta entregó a Ramírez 15 millones de dólares para que los blanqueara a través de su cadena de estaciones de servicio y así utilizarlos para financiar la campaña de las elecciones presidenciales de 2011.

Esa información fue revelada antes de los comicios presidenciales de 2016 en el programa televisivo Cuarto Poder por un piloto peruano identificado como Jesús F. Vásquez, residente en Estados Unidos, quien afirmó que había grabado unas conversaciones con Ramírez en las que el empresario presumía de lavar dinero de Fujimori.