Edward Snowden, el exanalista que reveló la vigilancia masiva de Estados Unidos, pidió hoy que se investigue la presunta influencia rusa en las elecciones de su país y que se depuren responsabilidades, pero apuntó que por el momento no se han presentado evidencias.

"Sí, se debe investigar si Rusia influyó en las elecciones", aseguró Snowden al intervenir por videoconferencia en un foro sobre ciberseguridad organizado en el marco de la feria tecnológica CeBIT de Hannover (centro de Alemania) y "si se demuestra" que ha habido interferencias "se deben exigir responsabilidades".

No obstante, matizó Snowden, por el momento no se han presentado "evidencias reales" que prueben estas acusaciones, que ahora investiga el FBI, según confirmó el lunes en una audiencia pública sobre el tema en el Congreso su director, James Comey.

Comey aseguró que el FBI estudia desde el pasado julio si existió o no "coordinación" para influir en el resultado electoral entre la campaña del actual presidente de EE.UU. y entonces candidato republicano, Donald Trump, y el Gobierno ruso.

A juicio del exanalista, no puede haber un debate serio a este respecto más allá del "fútbol político", en referencia a las líneas partidistas, "sin hechos ni evidencias no controvertidas".

La influencia externa en unas elecciones nacionales no es algo novedoso, subrayó Snowden, quien sin embargo destacó la importancia de conocer si se produjeron estas interferencias exteriores, un hecho que debería "preocupar a todos los estadounidenses, a todo el mundo".

El exanalista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) y de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) se preguntó qué podría pasar si en un tiempo Trump empieza a utilizar estas técnicas para descalificar a sus oponentes políticos.

Además, Snowden se rio cuando le preguntaron si confiaba en que el nuevo Gobierno estadounidense estuviese dispuesta a reformar las leyes para acabar con el espionaje masivo.

"Trump nunca se ha presentado como un adalid de las libertades civiles", respondió Snowden, quien recordó que el magnate republicano ha abogado por reforzar el espionaje y reintroducir la tortura.

El exanalista acusó además en general a los gobiernos de haber creado "un mercado" para una "industria dañina", en referencia a la compra venta de la explotación de agujeros de seguridad en programas informáticos para espiar a usuarios.

Explotar estas debilidades, argumentó, generan inestabilidad en todo el sistema y por el momento no se ha podido demostrar que la vigilancia masiva haya ayudado a aumentar la seguridad y reducir los ataques terroristas.

Snowden consideró positivo la creciente generalización de la encriptación en las comunicaciones a través de internet, pero alertó de que este sistema que impide el acceso de terceros al contenido de los mensajes no les impide sin embargo recolectar los llamados metadatos, como la identidad de emisor y receptor o los identificadores de sus aparatos electrónicos.

Toda esta información es un "registro perfecto de la vida privada cuando se hace a gran escala", advirtió.