Los líderes demócratas del Congreso pidieron hoy al presidente, Donald Trump, que se disculpe por acusar sin pruebas a Barack Obama de ordenar escuchas en la Torre Trump, así como una investigación libre sobre presuntas conexiones entre su campaña y Rusia para influir en las elecciones.

Así lo solicitaron Chuck Schumer, líder de la minoría demócrata en el Senado, y Nancy Pelosi, su par de la Cámara de Representantes, tras celebrarse hoy la primera audiencia pública sobre el tema en el Congreso, en la que testificaron el director del FBI, James Comey, y el de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), Michael Rogers.

"El director del FBI ha confirmado lo que ya han dicho miembros de ambos partidos tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado: El presidente Obama no ordenó ninguna intervención de comunicaciones en la Torre Trump. No importa qué más haya sucedido, no hay peros al respecto", dijo Schumer.

"Al twittear esta acusación y tratar de validar las teorías no demostradas de los medios radicales de comunicación estadounidenses, el presidente Trump ha dañado severamente su credibilidad, la cual es esencial para ser presidente. Necesita retirar su acusación inmediatamente", agregó el senador, después de que Comey afirmara no tener pruebas al respecto.

Según Trump, Obama ordenó interceptar las comunicaciones de la Torre Trump de Nueva York, donde el magnate vivía y trabajaba durante la campaña electoral.

"ÑTerrible! Acabo de enterarme de que Obama tenía mis líneas pinchadas en la Torre Trump antes de la victoria. No se encontró nada. Esto es ÑMacarthismo!", tuiteó Trump el pasado 4 de marzo al aludir a la "caza de brujas" liderada por el senador ultraderechista Joseph McCarthy (1908-1957) durante los años cincuenta.

El mandatario equiparó su denuncia al escándalo del Watergate que acabó en 1974 con la Presidencia de Richard Nixon.

"El presidente Trump le debe al pueblo estadounidense y al presidente Obama más que una explicación, debe una disculpa. Debe admitir que se equivocó, detener los tuits absurdos y ponerse a trabajar en nombre de este país", insistió Schumer.

Sin embargo, en su rueda de prensa diaria, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, reiteró que Trump no va a retirar sus acusaciones y tampoco planea una disculpa.

Asimismo, Comey también confirmó que existe una investigación abierta desde el pasado julio para hallar si existió o no "coordinación" entre la campaña del magnate y el Gobierno ruso para influir en el resultado electoral.

En ese sentido, Schumer reiteró que "el Departamento de Justicia y la Administración Trump deben permitir que la investigación" continúe "sin intervención, intromisión o presión política de cualquier tipo".

Por su parte, Pelosi puntualizó que "la existencia de una investigación del FBI de meses de duración sobre los lazos de los funcionarios de Trump con los rusos confirma la necesidad de una comisión integral, independiente y bipartidista para sacar a la luz toda la verdad".

"La posibilidad de que los funcionarios de Trump conspiren con un adversario extranjero para influir en una elección estadounidense representa una grave amenaza para nuestra seguridad nacional y nuestra democracia, y el pueblo estadounidense merece respuestas", aseveró la congresista.