Turquía ha elevado hoy el tono de sus críticas a Holanda y Alemania, pidiendo a los musulmanes residentes allí que no voten a los partidos del Gobierno, y prometiendo luchar contra el "fascismo" en Europa desde la Organización por la Cooperación Islámica (OCI).

Así lo propuso hoy el presidente turco, el islamista Recep Tayyip Erdogan, al asegurar que "Europa es un continente demasiado importante como para abandonarlo a merced de los Estados canallas".

Apeló a todos a mostrar más sensibilidad y más decisión frente a esta actitud", agregó, durante un discurso en el palacio presidencial en Ankara, transmitido en directo por la cadena NTV.

En especial se dirigió a los musulmanes: "Continuaremos con los pasos que dimos ayer. Intensificaremos la lucha contra la xenofobia, el racismo y la hostilidad al islam, empezando con la Organización de la Cooperación Islámica", prometió.

"Desde aquí hago un llamamiento a Holanda y Alemania, a todos los hermanos extranjeros musulmanes que se hallan allí: cuando vayáis a votar, a esos dos, que albergan enemistad hacia Turquía, Ñalto ahí! Ñno les déis el voto!" pidió Erdogan.

En el mismo discurso volvió a criticar duramente la actitud de Holanda por retener, el sábado pasado, a la ministra turca de Familia y Asuntos Sociales, Fatma Betül Sayan, que acudió a Rotterdam para dar un mitin, pero fue finalmente expulsada del país, en lo que Ankara considera una violación de la Convención de Viena.

Después de acusaciones de "fascismo" y "nazismo", Erdogan habló hoy de "terrorismo de Estado" y evocó la masacre de Srebrenica en la antigua Yugoslavia, donde en 1995 las tropas holandesas bajo mandato de la ONU no impidieron una masacre de bosnios a manos de milicias serbias.

"Conocemos Holanda y a los holandeses desde la masacre de Srebrenica. Conocemos su carácter, su personalidad tan perversa desde que masacraron a 8.000 bosnios. Lo sabemos bien", dijo.

Pero además, estas críticas se extienden ya a toda la Unión Europea (UE), por lo que desde Ankara se percibe como un respaldo del club a Holanda, en un cierre de filas frente a Turquía.

"El terrorismo de Estado de Holanda causa el mayor daño a Europa y a la UE. La UE ha dejado de ser un símbolo de la justicia, las libertades y los derechos humanos", agregó Erdogan.

Ya el lunes acusó a Alemania, y a su canciller, Angela Merkel, de "apoyar el terrorismo de forma abierta" por "tomar partido por Holanda", y hoy continuó con las críticas.

"Ahora sale la canciller alemana y dice: ''Estoy con Holanda''. Ya sabíamos que no hay diferencia. No esperábamos otra cosa. Ellos atacan con caballos y perros, y usted también ataca con caballos y perros", dijo Erdogan.

Por su parte, el viceprimer ministro Numan Kurtulmus anunció que tras las represalias anunciadas anoche, es decir, el veto de vuelos diplomáticos y la suspensión de todas las reuniones de alto nivel con Holanda, se podrían añadir otras medidas.

"Estas sanciones continuarán hasta que Holanda se avenga a una compensación. Hemos iniciado las sanciones políticas, en el futuro también pueden venir sanciones económicas. Esperamos que Holanda nos compense; veremos", dijo Kurtulmus a la cadena CNNTürk.

"Seguimos dispuestos a ampliar las medidas también a otros sectores", agregó, calificando la actitud de Holanda de "extremadamente bárbara y salvaje".

El político subrayó que, de momento, Ankara no tiene intención de llamar a consultas al embajador turco en Holanda y aclaró que tampoco se prevén en estos momentos medidas contra otros países que hayan anulado o impedido mítines de políticos turcos, como han hecho Bélgica o Alemania, aunque no Francia, que sí los ha permitido.

"En este momento las sanciones no se aplican a Alemania u otros países. Se aplican a países que tengan una postura hostil a Turquía", dijo Kurtulmus.

La tensión se ha ido originando en las últimas semanas, debido a las giras de numerosos altos cargos turcos que intentaron viajar a países europeos para pedir a los ciudadanos turcos residentes en el extranjero votar a favor de la reforma constitucional que se presenta en referéndum el próximo 16 de abril.

Esta reforma, ideada por Erdogan e impulsada por el partido gubernamental, el islamista Justicia y Desarrollo (AKP), prevé entregar todo el poder ejecutivo al presidente y eliminar el cargo de primer ministro, algo duramente criticado por la oposición.

El granero de votos es importante para el Gobierno, que pide el Sí, porque abarca a unos 2,97 millones de votantes, que en su gran mayoría están alineados con las posturas del AKP.

En las últimas elecciones, celebradas en noviembre de 2015, un 69 % de los turcos residentes en Holanda, Bélgica y Austria votó por el AKP, frente al 48 % en la propia Turquía.