El secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, emprenderá la próxima semana su primera visita a Asia, con un viaje a Japón, Corea del Sur y China en el que espera acordar un "nuevo enfoque común" sobre Corea del Norte, y rebajar la tensión con Pekín sobre el despliegue de un escudo antimisiles.

El viaje de Tillerson, el tercero que hace desde que asumió el cargo en febrero, se extenderá entre el 15 y el 19 de marzo, anunció hoy el portavoz en funciones del Departamento de Estado, Mark Toner, durante la primera rueda de prensa de esa agencia desde la llegada al poder en enero del presidente estadounidense, Donald Trump.

"En cada uno de esos países, el secretario de Estado Tillerson se reunirá con altos responsables gubernamentales para hablar sobre temas bilaterales y multilaterales, incluida la coordinación estratégica para afrontar la creciente amenaza nuclear y de misiles de Corea del Norte", aseguró Toner.

"Estamos muy preocupados con la escalada de acciones de Corea del Norte (...). Las cosas están llegando a un punto en el que tenemos que pensar en alternativas" a la estrategia actual, aseguró el portavoz.

Tillerson conversará con sus aliados en Tokio, Seúl y Pekín sobre un posible "nuevo enfoque común", con "nuevas iniciativas", apuntó.

El titular de Exteriores estadounidense llegará a Tokio el miércoles 15 de marzo, a Seúl el viernes 17 de marzo y a Pekín el sábado 18, precisó Toner.

El anuncio de la visita de Tillerson, que desde que llegó al cargo solo ha viajado a Alemania y México, se produce en un momento de tensiones con China por el despliegue del escudo antimisiles THAAD (Terminal High Altitude Area Defense, en inglés).

El Pentágono anunció hoy que ha comenzado a enviar a Corea del Sur los "primeros elementos" de ese sofisticado sistema de misiles, acordado entre ambos Gobiernos en 2016, bajo la Presidencia de Barack Obama, y que se ejecuta ahora, mes y medio después de la llegada de Trump a la Casa Blanca.

El Gobierno chino pidió hoy "encarecidamente" a Estados Unidos y Corea del Sur que detengan el despliegue de ese escudo antimisiles, y advirtió de que adoptará las "medidas necesarias" para proteger sus intereses y seguridad nacionales.

Seúl y Washington aseguran necesitar este sistema de misiles para defenderse de Corea del Norte, aunque China y Rusia consideran que el escudo amenaza para su seguridad ya que, a su juicio, podría servir para obtener datos de inteligencia de sus bases militares.

Preguntado hoy al respecto, el portavoz del Departamento de Estado subrayó que "China comparte las preocupaciones de Estados Unidos sobre los programas ilegítimos de armas" de Pyonyang.

Durante su visita, Tillerson también quiere "reafirmar el compromiso del Gobierno (de Trump) para ampliar e impulsar los intereses estadounidenses en la región de Asia y el Pacífico, tanto en el plano económico como el de seguridad", según Toner.