El expresidente mexicano Felipe Calderón niega haber dado "ventajas indebidas" a la empresa brasileña Odebrecht, después de que una investigación de una ONG lo relacionara con presuntos actos de corrupción.

"Hago votos para que Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) pueda profundizar en la investigación y revelar lo ocurrido en nuestro país y, de ser el caso, se finquen las responsabilidades correspondientes", señaló Calderón en una carta dirigida a la ONG y remitida hoy por su equipo.

El pasado diciembre, el Departamento estadounidense de Justicia reveló que la constructora pagó aproximadamente 788 millones de dólares en sobornos en doce países de Latinoamérica y África, incluido Brasil, donde es investigada desde hace más de dos años dentro de los desvíos en la petrolera estatal Petrobras.

En México, las "mordidas" a funcionarios ascenderían a unos 10,5 millones de dólares, y Odebrecht logró más de 39 millones de dólares de beneficios con los contratos que aseguró a consecuencia de ellas.

Petróleos Mexicanos (Pemex) y el Gobierno mexicano anunciaron a fines de 2016 el inicio de un "minucioso análisis" para depurar responsabilidades, que hoy sigue su curso, como confirmó la empresa estatal a Efe.

La investigación de MCCI denuncia que, durante la gestión de Calderón (2006-2012), ejecutivos de Odebrecht gestionaron al menos una reunión entre los entonces presidentes de México y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.

"Esta prueba ha sido considerada relevante por el juez brasileño Sergio Moro en una línea de investigación contra Lula por presuntamente haberse prestado a los intereses de Odebrecht", señala el documento.

Las pesquisas de la ONG arrancan con un correo enviado por Roberto Prisco Ramos, entonces director de Braskem, la filial de Odebrecht que estaba por cerrar un millonario negocio por una planta en el estado de Veracruz.

Prisco fue detenido por la Policía Federal de Brasil y condenado a más de 10 años de prisión por lavado de dinero y corrupción pasiva, entre otros delitos.

En el mensaje, que envió al ejecutivo Alexandrino Alencar, acusado de ser el responsable de sobornos en el extranjero, exhortaba a "hacer un esfuerzo para que LILS (Lula) acepte una invitación especial de Calderón de ir a México a principios de febrero", señaló.

Según el informe de la entidad, Prisco Ramos fue uno de los encargados en pactar sobornos y sus correos electrónicos personales fueron usados como pruebas para su condena.

Los correos fueron también elemento de prueba para sentenciar al exdueño de la firma, Marcelo Odebrecht.

"Este consorcio ganó contratos en Pemex derivados de cuatro grandes obras por más de 2.000 millones de dólares y no sólo por 39 millones de dólares como lo han declarado sus ejecutivos, justo durante la época (2010-2014) en que entregaron 10,5 millones de dólares a funcionarios en México", apunta MCCI.

El 23 de febrero de 2010, dos meses y medio después del correo, Calderón y Lula se reunieron en privado y, en un comunicado conjunto, mostraron su satisfacción por la inversión de 2.500 millones de dólares de la mexicana Idesa y Braskem en Etileno XXI, el complejo petroquímico más grande de América Latina, que se inauguró el pasado año.

A esta reunión siguieron varios encuentros de Calderón con directivos de Odebrecht, todos ellos recogidos por la Presidencia y con fotos.

"En ningún caso, las reuniones con el presidente de Brasil o los inversionistas implicaron acuerdos al margen de la ley o que les confiriesen ventajas indebidas a éstos (...) La sola insinuación de soborno hubiera sido absolutamente inaceptable", señaló Calderón en su misiva.

La oficina de Calderón, quien dijo que se enteró del "penoso caso de Odebrecht" por los medios, explicó en una nota que esos encuentros tuvieron lugar dentro del "esfuerzo de promoción de inversiones" y recordó que hubo reuniones con directivos de otras firmas como Pepsico, Coca Cola o Ternium.

Se quejó de la forma en que está planteada la investigación, ya que "busca sembrar dudas sobre la posible participación del expresidente Calderón en actos de corrupción o fuera de la ley", lo que negó "categóricamente".