El Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) depositó hoy sus esperanzas electorales en Martin Schulz, expresidente del Parlamento Europeo y popular en las encuestas nacionales, a pesar de que su carrera siempre estuvo alejada de Berlín.

Con 61 años, Schulz se enfrentará con todas las de perder -según las encuestas- a la canciller alemana, Angela Merkel, que busca su cuarta legislatura consecutiva en las elecciones generales del 24 de septiembre.

El socialdemócrata desembarca en la política alemana tras 22 años de carrera en el Parlamento Europeo, cámara que presidió entre 2012 y 2016, donde se hizo un nombre por su estilo directo y la defensa firme de sus convicciones.

Todos sus biógrafos recuerdan hoy en Alemania su enfrentamiento con Silvio Berlusconi en un pleno de Estrasburgo en 2003, cuando ambos eran eurodiputados y el italiano llegó a tildar al socialista de "capo nazi".

Hijo de un policía y de una política local conservadora, Schulz entró en el SPD en 1974.

Había soñado con ser futbolista profesional, pero una lesión de rodilla le obligó a abandonar y, como ha confesado en varias entrevistas, tuvo problemas con el alcohol.

Superada su adicción, estudió para ser librero y llegó a abrir su propia librería en su Würselen natal, una localidad de apenas 40.000 habitantes en el estado federado de Renania del Norte-Westfalia (oeste) de la que fue alcalde entre 1987 y 1998.

En 1994 logró un escaño en el Parlamento europeo y en 1999 entró a formar parte de la dirección del SPD.

Asumió el cargo de presidente de la Eurocámara en 2012 y en noviembre de 2013 el Partido Socialista Europeo le presentó como su candidato único para presidir la Comisión Europea tras las elecciones europeas de mayo de 2014.

Pero finalmente fueron los populares quienes ganaron en el conjunto de la UE, con el luxemburgués Jean-Claude Juncker al frente y, como resultado del reparto de cargos pactado entre populares, socialistas y liberales, Schulz fue reelegido por amplia mayoría al frente de la Eurocámara el 1 de julio de 2014 para un mandato de dos años y medio.

A pesar de que los socialdemócratas perdieron, la candidatura de Schulz en esas elecciones revitalizó al partido en Alemania, donde logró el 27,3 % de los votos, 6,5 puntos más que en los anteriores comicios europeos y 1,6 puntos más que en las generales celebradas meses antes.

El pasado 24 de noviembre, Schulz anunció que dejaba el cargo de presidente del Parlamento Europeo, tal y como se había pactado, a pesar de que los socialdemócratas europeos intentaron prorrogar su mandato para mantener un equilibrio de fuerzas en las principales instituciones europeas.

Además, comunicó su intención de presentarse a las elecciones generales alemanas como cabeza de lista de su partido por el "Land" de Renania del Norte-Westfalia, paso que ha dado efectivamente este mes.

En aquella comparecencia aseguró que su compromiso con el ideario europeo no iba a disminuir y que lucharía por el proyecto comunitario y por sus principios socialdemócratas desde Berlín.

Para la mayoría de los analistas, la Cancillería sólo puede ser un sueño para Schulz dada la distancia que separa al SPD de la Unión Cristianodemócrata (CDU) liderada por Angela Merkel.

Uno de los escenarios más probables que auguran las encuestas es una nueva gran coalición entre las dos fuerzas mayoritarias, lo que podría reservarle el puesto de vicecanciller y de ministro de Asuntos Exteriores.