"No creía que me odiasen tanto", dicen que lamentó el primer ministro italiano, Matteo Renzi, a sus más estrechos colaboradores la noche de su dimisión, tras la sonora derrota en el referéndum que certificaba la caída del último líder carismático en el país.

Con el revés a Renzi, Italia se ha quedado sin líderes ni a derecha ni a izquierda, e incluso el Movimiento 5 Estrellas (M5S) busca un candidato para las inminentes elecciones, pues Beppe Grillo siempre ha asegurado que no se presentará.

"Italia sin líder. Falta un primer ministro, pero también un enemigo", es el análisis de hoy del diario "La Repubblica".

El diario destaca que en este referéndum, seis italianos de cada diez han votado contra Renzi, pero que en representación del 60 % que votó "no", además del denominador común del "antirenzismo", no existe una persona capaz de capitanear a la derecha.

Al "desguazador" (Renzi) que había conquistado al inicio al votante de izquierdas y sobre todo a los jóvenes con su discurso de acabar con la vieja política le han rechazado en este referéndum sobre todo los votantes más jóvenes y el sur del país.

El futuro político de Renzi se conocerá cuando mañana se reúna la dirección del Partido Democrático (PD) y el primer ministro, aún por pocos días hasta que se aprueben los Presupuestos, enseñe sus cartas.

Los más cercanos a Renzi en el PD ya han expresado su voluntad de que siga siendo secretario general del partido, candidato en las próximas elecciones y que están se organicen lo antes posible, ya en febrero.

"Todo empezó con el 40 % en 2012. Hemos ganado con el 40 % en el 2014 y volveremos a empezar con el 40 % del referéndum", expresaba con optimismo Luca Lotti, subsecretario de la presidencia del Gobierno.

Pero los miembros del PD que han remado contra Renzi en el referéndum piden tiempo y no ir inmediatamente a las urnas, en el intento de buscar un candidato alternativo al excaldalde de Florencia.

Para el diario "La Stampa", Renzi, que desde su anuncio de dimisión se ha agazapado y no se ha dejado ver, estaría incluso pensando en dejar la política durante un tiempo.

El referéndum ha mostrado que la derecha sigue contando con votos, pero "le falta un proyecto y un líder reconocido", explica Aldo Cazzullo en el "Corriere della Sera".

Para apoyar el "no" en el referéndum, la derecha italiana ha resucitado a Silvio Berlusconi, que ha acudido a todas las radios y televisiones a lanzar la campaña contra Renzi.

Pero Berlusconi, de 80 años, operado del corazón, y sobre todo inhabilitado hasta el 2019 por su condena de fraude fiscal, no puede ser candidato.

El resto de propuestas, como Giovani Toti, ahora presidente de la región de Liguria, o el excandidato a la alcaldía de Milán, Stefano Parisi, no han convencido.

El único líder solido es Matteo Salvini en la Liga Norte, pero su electorado concentrado en el norte del país tendría valor en los comicios generales sólo en coalición con otros partidos.

Forza Italia y la Liga Norte ya han empezado los contactos tras el anuncio de dimisión de Renzi, pero son muchos los puntos que les separan, entre ellos quién lideraría la coalición, pues las ideas separatistas y xenófobas de Salvini son rechazadas en muchas partes del país.

El partido más fuerte, según se ha visto en las últimas citas electorales, es el Movimiento 5 Estrellas, verdadero impulsor del "no" a la reforma y a Renzi, y que ahora presiona para que se celebren en febrero las elecciones generales.

Pero quién será el candidato del M5S no lo sabe nadie.

Beppe Grillo, la verdadera alma política del movimiento, siempre ha asegurado que no se presentará porque "es un delincuente", en referencia a la condena a 14 meses por homicidio involuntario tras un accidente de coche de hace 35 años.

Todos apuntan a Luigi di Maio, periodista, de 30 años, y actual vicepresidente de la Cámara, la cara amable y moderada del movimiento pero al que podrían considerar demasiado inexperto para este cargo.

Mientras tanto, el país se prepara, aunque sea por pocos meses, a tener su cuarto gobierno consecutivo no elegido en las urnas en los últimos cinco años y tampoco parece que se encuentre la persona idónea ya que el nombre que más suena, el del actual ministro de Economía, Pier Carlo Padoan, también divide.