El Gobierno boliviano decretó siete días de duelo nacional por la muerte del líder cubano Fidel Castro, a quien el presidente del país andino, Evo Morales, elogió el fin de semana al que calificó como "un gigante de la historia".

El duelo no afectará a las actividades oficiales ni privadas, pero sí implicará el izado de banderas nacionales con crespones negros en los edificios públicos, según informó hoy el Ministerio de Comunicación.

Desde que Evo Morales tomó posesión de la presidencia boliviana en 2006, Cuba ha sido un firme aliado de Bolivia, a donde envió misiones médicas.

El propio presidente recordó recientemente que los únicos aliados internacionales de su Gobierno en un primer momento fueron los gobiernos de Cuba y Venezuela.

Bolivia y Cuba forman parte de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) junto con Venezuela, Ecuador, Nicaragua y otros países.

El domingo, Morales criticó en un discurso a quienes celebraron la muerte de Castro y expresó que el mejor homenaje al líder de la revolución cubana es "mantener la unidad frente a los enemigos internos y externos que quieren destruir el futuro de nuestros pueblos".

El mandatario boliviano también definió al fallecido expresidente cubano como "el líder que nos enseñó a luchar por la soberanía del Estado y la dignidad de los pueblos del mundo".